El Proyecto Alicia nace como una iniciativa modesta fruto de la inquietud de seis jóvenes estudiantes del Bootcamp de Diseño de Producto UX/UI impartido en la Escuela de Negocios EDEM por The Bridge por ayudar a las miles de familias y negocios que lo han perdido todo con la DANA en Valencia. Alicia Serrano, una de las integrantes del grupo, lo vivía en primera persona dado que su casa familiar ha sido una de las arrasadas por el agua.
Así empezaron las amigas a darle vueltas a qué podrían hacer para ayudar a los damnificados cuando Delfina López Matallana puso sobre la mesa un antiguo trabajo realizado para otro curso basado en una especie de marketplace que conectara a personas interesadas en deshacerse de cosas que ya no usaban con otras que quisieran aprovecharlas.
La idea entusiasmó al resto de las integrantes del grupo: Paula Girela, Irene García, Amanda Oropeza y Sofía Alfano; se la expusieron a la Miriam Sánchez Muñoz, una de sus profesoras, y se pusieron manos a la obra en lo que resultó ser un proyecto de amigos de amigos porque para el diseño web y el desarrollo informático fueron tirando de conocidos.
En un tiempo récord
En un tiempo inferior a los siete días la plataforma estaba en marcha como una iniciativa solidaria destinada a apoyar a las personas damnificadas por la DANA movilizando a toda una comunidad. Así es como el Proyecto Alicia se lanza el 10 de noviembre como una plataforma que conecta a personas que quieren hacer una donación totalmente desinteresada y gratuita a otras que necesiten algunos de los bienes y enseres ofertados.
Una semana después, la página registra 150.000 visitas al día y la cuenta de Instagram que pusieron en marcha para dar a conocer la iniciativa acumula 1.400 seguidores.
En cuanto a las donaciones activadas en este breve periodo de tiempo rondan las 600, de las cuales 200 están ya en poder de los beneficiarios. El procedimiento habitual ha sido que donante y receptor contactasen directamente a través de la web y resolvieran cómo hacer la entrega, muchas veces mediante el desplazamiento del donante desde distintos puntos de España y en su propio vehículo hasta el punto de recogida.
Un problema de logística
Ahora, las impulsoras del proyecto quieren facilitar el proceso y agilizar las entregas para lo que necesitarían la colaboración de algún operador logístico y la cesión de alguna nave donde almacenar las donaciones que, en muchas ocasiones, corresponden a artículos de gran volumen.
“Es que hay donantes que han ofrecido hasta seis sofás o una agencia inmobiliaria que ha ofrecido todo el contenido de la venta de un piso amueblado cuyos muebles no quiere el nuevo inquilino”, cuenta Delfina López. Para resolver estos problemas se hallan estos días en negociaciones.
Las donaciones se clasifican por categorías entre las que se encuentran electrodomésticos y artículos para el hogar, incluidos juguetes; material y mobiliario para colegios; artículos y servicios médicos y sanitarios -excluyendo medicamentos-; y la categoría de vehículos donde entran carritos para bebés, sillitas de niño para coche o asientos infantiles.
“Esta plataforma surge con un propósito claro: Nuestro propósito es hacer que la ayuda no se limite a la emergencia inmediata, sino que sea un apoyo continuo en el tiempo. Alicia es un espacio que tiende puentes en la comunidad, un recordatorio de que juntos podemos aliviar el peso de esta pérdida, haciendo de cada objeto donado una pequeña muestra de apoyo y un nuevo comienzo”, puede leerse en la página web de la plataforma expresando así la huída de la mentalidad cortoplacista y conscientes de que el tiempo que van a necesitar las personas afectadas por la DANA para volver a la normalidad va a ser duro y muy largo.