La energía solar no para de crecer en nuestro país. La energía solar fotovoltaica representó el 14% de la energía generada en 2023, con un crecimiento interanual del 33,8%. Además, hay que sumar el 1,8% que supuso la solar térmica, que también aumentó un 14%.
Estas cifras se desprenden del informe de balance de Red Eléctrica, que también desvela que el conjunto de las renovables generó el 50,4% de toda la energía en 2023, con la eólica como tecnología más destacada (23,5%).
Así pues, las instalaciones de producción de energía renovable se están convirtiendo en parte del paisaje de nuestro país y cada vez estamos más familiarizados con la silueta de los molinos de viento recortándose en el horizonte o con los huertos solares.
Sin embargo, las oportunidades de generar energía renovable no se agotan en tierra, sino que también se extienden al agua. Las instalaciones eólicas en el mar, denominadas offshore, son frecuentes fuera de España.
Nuestro país se está preparando para su boom. Según la ‘Hoja de Ruta Eólica Marina y Energías del Mar en España’, podríamos aportar hasta el 40% de los 7 GW de eólica flotante que espera que se produzca en la Unión Europea al final de esta década, de acuerdo con la ‘Estrategia sobre las Energías Renovables Marinas de la Comisión Europea’.
Energía solar en el mar…
Las posibilidades de la energía renovable flotante no se agotan en la eólica, sino que también se ofrecen interesantes oportunidades en torno a la energía solar offshore. Un ejemplo de ello es la nueva planta fotovoltaica que se ha inaugurado en la isla de La Palma, la mayor instalación offshore de Europa.
Desarrollada por la noruega Ocean Sun, tiene 50 metros de diámetro y cuenta con una capacidad de generación de 270 kW, según informa Ecoinventos. La planta puede generar unos 440.000 kWh al año, suficiente para abastecer a 100 familias. Se trata de una solución no conectada a la red eléctrica, que suministrará energía a través de un cable submarino a la industria local.
…Y en embalses
Pero la energía solar flotante no tiene por qué limitarse al mar, sino que también puede instalarse en masas interiores de agua. En 2022, el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) lanzó a consulta pública el Real Decreto que regulará la instalación de plantas fotovoltaicas flotantes en el dominio público hidráulico o en otras infraestructuras hidráulicas de titularidad pública que estén conectadas a las redes de transporte o distribución de energía eléctrica.
“La instalación de estas plantas solares flotantes sobre embalses y otros elementos del dominio público hidráulico supondrá un impulso a la capacidad de generación eléctrica de origen renovable, algo fundamental para acelerar la transición energética y reducir la vulnerabilidad de nuestro país a situaciones excepcionales como la que vivimos hoy. Además, facilitará la consecución de los objetivos recogidos en la Ley de cambio climático y transición energética, que prevé alcanzar un 42% de penetración de energías renovables en el consumo final y un sistema eléctrico con un 74% de generación renovable para 2030’, detallaba entonces el Ministerio.
La normativa permitirá un máximo de tres plantas de energía solar por embalse y una cobertura parcial según el estado trófico de cada uno, de manera que se permitirá una mayor cobertura cuanto peor sea la calidad de sus aguas, dentro de una horquilla del 5% al 20% de superficie total cubierta. En cualquier caso, no se permitirá instalar plantas en embalses con buena calidad del agua, ni en lagos o lagunas de origen natural.
“Actualmente, en España hay alrededor de un centenar de embalses de titularidad estatal sobre los que podrían ubicarse este tipo de instalaciones”, especificaba el Gobierno.
Las instalaciones se otorgarán mediante concesiones temporales con una duración máxima de 25 años. Y para acceder a ellas, los interesados deberán tener permiso de conexión a un punto de la red de transporte o distribución de energía eléctrica y presentar estudios sobre el posible impacto de estas placas en la masa de agua.
Asimismo, los organismos propios de cada cuenca hidrográfica podrán reclamar al concesionario informes técnicos para valorar los efectos de la instalación sobre la gestión del dominio público hidráulico, la seguridad y explotación de infraestructuras, la compatibilidad del aprovechamiento con el respeto del medio ambiente y la garantía de los caudales ecológicos o las demandas ambientales previstas en la planificación hidrológica.
El Consejo Nacional del Agua refrendó el borrador de Real Decreto que regulará este tipo de instalaciones, a la espera de su aprobación por parte del Consejo de Ministros. Sin embargo, la situación política que ha atravesado nuestro país en los últimos meses ha hecho que haya quedado en un cajón.
Nuevas oportunidades
Una vez que se desarrolle el marco regulatorio, este tipo de instalaciones de energía solar flotantes ofrecerán nuevas oportunidades de negocio. Y no sólo para las empresas concesionarias. Por ejemplo, haces unos meses hablábamos de RIC Energy, una compañía que diseña proyectos de energía renovable listos para construir y se los vende a otras empresas, ahorrándoles así todo el trabajo de tramitación de permisos y licencias.
También hemos expuesto el ejemplo de Wertyk, una startup quiere democratizar las inversiones a través de la tokenización de activos, entre los que se incluyen las instalaciones de energía renovable.
Además, el boom de las renovables generará muchos puestos de trabajo. Según un estudio de la comercializadora de energías verdes Unieléctrica, en España se crearán 468.000 empleos relacionados con las energías renovables, como recogíamos en EMPRENDEDORES.