El déficit de talento tecnológico en España es una brecha que sigue creciendo y cada vez demanda de más profesionales en distintos campos. Expertos y expertas en estas vocaciones nos dan su opinión sobre este tema.
Fabiola Pérez
CEO de MIOTI Tech & Business School

El déficit de talento tecnológico en España es una brecha que sigue ensanchándose. Con 120.000 vacantes en el sector TIC sin cubrir, la digitalización del mundo laboral avanza a un ritmo que la formación no consigue igualar. Por eso, deberíamos preguntarnos: ¿cómo hacemos que estas disciplinas sean verdaderamente atractivas para los jóvenes?
Para que las carreras STEM capten la atención de las nuevas generaciones, hay que hablar su idioma: el de la aplicabilidad. En lugar de empezar con teoría sobre redes neuronales, enseñemos a los adolescentes a crear su propio filtro de Instagram con Computer Vision.
Este cambio de paradigma no solo despertaría vocaciones, sino que haría que las disciplinas tecnológicas fueran percibidas como lo que realmente son: herramientas para la experimentación, la creatividad y la innovación. La clave está en conectar la formación con experiencias aplicables y tangibles, en convertir las aulas en laboratorios donde los alumnos vean resultados inmediatos de su aprendizaje.
Sofía Luque García
Asociada del Departamento de Marketing en Start UC3M
Las carreras relacionadas con STEM son fundamentales para el avance de la sociedad. Áreas como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas ayudan a que se impulse la innovación y también permiten redefinir la forma en que vivimos y resolvemos problemas en nuestra vida diaria.
En un mundo, en el cual cada vez hay más presencia digital, las disciplinas STEM actúan como puente entre las ideas y su materialización. Desde el desarrollo de inteligencia artificial hasta las soluciones sostenibles, estas disciplinas se encuentran en el centro de las transformaciones más importantes de nuestro tiempo.
Sin embargo, se debe tener en cuenta,que todavía existen ciertas barreras como por ejemplo la brecha de género así como un acceso desigual a estas. Por ello, es esencial promover la inclusión y el interés desde edades tempranas.
En conclusión, STEM no se trata solo de números o de laboratorios sino de crear un impacto real en la vida de las personas. Estas carreras no solo nos ayudan a proyectar el futuro, sino a formar parte activa de su construcción, convirtiendo los desafíos en oportunidades.
Cristina González Gaya
Directora Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
La ingeniería industrial juega un papel crucial en la aplicación del conocimiento científico en contextos tecnológicos propios de su ámbito. Se centra en diseñar y mejorar los procesos productivos.
Utiliza principios tecnológicos para analizar y optimizar sistemas, lo que puede incluir la reducción de costes, el aumento de la productividad y la mejora de la calidad, entre otros. Integra la tecnología para mejorar la coordinación y la comunicación dentro de una organización.
Además, aplica métodos científicos para gestionar de manera sostenible los recursos, humanos, materiales o tecnológicos lo que implica el uso de herramientas que maximizan la utilización de recursos y minimizan desperdicios, como requiere la economía circular.
Para ello, se apoya en el análisis de datos y utiliza estadísticas y métodos cuantitativos para interpretar datos de rendimiento, identificar tendencias y hacer proyecciones, lo que permite a las empresas adaptarse rápidamente a cambios en el mercado.
la ingeniería aplica el conocimiento científico y tecnológico y lo transforma en soluciones prácticas mejorando los sistemas tecnológicos. Esto la convierte en una disciplina esencial para el desarrollo y la innovación de la industria y por lo tanto para el desarrollo económico y social.
María Cruz Gaya
Directora del departamento de Ciencia y Aeroespacial de la Universidad Europea
Los enfoques tradicionales en carreras STEM, como clases magistrales, prácticas de laboratorio y exámenes, presentan desventajas.
Fomentan un aprendizaje pasivo, centrado en la memorización, y no en la resolución de problemas ni en la comprensión profunda. Aunque útiles, las prácticas de laboratorio suelen ser limitadas en la aplicación de conocimientos en contextos reales y dinámicos, dejando a los estudiantes poco preparados para los desafíos profesionales, que requieren habilidades técnicas y competencias transversales.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL) es una alternativa dinámica que promueve un aprendizaje activo y práctico mediante proyectos reales. A diferencia de los métodos tradicionales, el PBL fomenta aptitudes transversales y comprensión profunda. En esta línea, la iniciativa CDIO (Conceive, Design, Implement, Operate) está conformada por más de 200 universidades en todo el mundo comprometidas para formar a ingenieros para hacer ingeniería. Estas técnicas también impulsan el espíritu emprendedor y la capacidad de transformar industrias con soluciones innovadoras.
Anabel Rodríguez Learte
Directora Académica de CESIF-metrodora
Los esfuerzos para aumentar el número de graduados en STEM buscan fortalecer áreas como la ingeniería, la computación y la inteligencia artificial, donde hay una notable escasez de profesionales. Aunque las Ciencias de la Salud tienen una alta demanda, su dinámica es diferente debido a las regulaciones profesionales y la necesidad de realizar prácticas clínicas.
Sin embargo, la brecha entre ambas áreas se ha ido reduciendo, ya que la industria farmacéutica requiere cada vez más profesionales con habilidades cuantitativas, experimentales y tecnológicas que se apliquen a la resolución de problemas científicos e industriales.
En algunos contextos, se utiliza el término STEMM, que incluye la Medicina dentro de STEM. Universidades como la de Otago en Nueva Zelanda han implementado programas de mentoría en estas disciplinas, y el NIH ha impulsado iniciativas para diversificar el campo STEMM. Sin embargo, en la mayoría de los informes educativos, las Ciencias de la Salud continúan tratándose como una categoría independiente.
En España, el porcentaje de graduados en STEM ha disminuido, situándose por debajo del 26% de la media europea, mientras que las Ciencias de la Salud han duplicado su número de estudiantes en los últimos 15 años. Ampliar la perspectiva STEM a este sector podría mejorar la empleabilidad y responder a la creciente demanda de profesionales en España y Europa.
M. Isabel Riomoros Callejo
Licenciada en Ciencias Matemáticas, Doctora por la UCM, Profesora Titular de Universidad
Vicedecana de Recursos y Relaciones Externas de la Facultad de Estudios Estadísticos Universidad Complutense de Madrid
En un mundo cada vez más tecnológico y globalizado, las carreras STEM son el motor de la innovación y el desarrollo económico. Su capacidad para aplicar el conocimiento científico y matemático en contextos vinculados a la tecnología y la ingeniería ayuda a resolver los desafíos del siglo XXI. Ideas innovadoras conectan la teoría con aplicaciones en diversos campos, fomentando la colaboración de disciplinas para impulsar avances tecnológicos. Las matemáticas dejan de ser abstractas para convertirse en algoritmos que optimizan sistemas y reducen costes.
Ante la demanda de profesionales STEM, las universidades tienen un papel muy importante, deben fomentar inclusión y diversidad, y formar profesionales capaces de combinar creatividad con pensamiento crítico, haciendo énfasis en cómo las ciencias y la tecnología se relacionan con la vida cotidiana. Han de incorporar metodologías innovadoras y planes de estudio que tengan en cuenta las tecnologías emergentes como inteligencia artificial y big data, e incorporar un aprendizaje práctico con proyectos reales en colaboración con empresas.
Miguel López González de León
Director General de ENAE Business School
Las carreras STEM forman a profesionales con habilidades técnicas esenciales para abordar los retos actuales. Sin embargo, en un mercado cada vez más competitivo, el conocimiento técnico necesita complementarse con una sólida formación en negocios para generar un verdadero impacto.
La capacidad de transformar soluciones científicas o tecnológicas en estrategias viables y sostenibles es lo que distingue a quienes combinan estas disciplinas. Habilidades como el liderazgo, la gestión de recursos y la comprensión de mercados globales potencian el valor de los profesionales STEM, permitiéndoles no solo resolver problemas técnicos, sino también liderar equipos, tomar decisiones estratégicas y escalar innovaciones.
Desde las escuelas de negocios, tenemos la oportunidad de complementar esta formación técnica con competencias empresariales, creando un perfil profesional versátil y adaptado a las demandas actuales. Al integrar ambas áreas, formamos líderes capaces de innovar y afrontar los retos globales.
Alberto Oikawa Lucas
Profesor externo de EOI. CTO de Hispatec
En la actualidad, las carreras de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son la base de los grandes avances tecnológicos y científicos. Gracias a STEM, la sociedad puede enfrentar problemas que hasta ahora se presentaban como imposibles y, a menudo, encontrar una solución innovadora en distintos campos de la industria, la medicina, la energía, el medioambiente y la inteligencia artificial.
El conocimiento matemático y científico aplicado en el contexto de la tecnología y la ingeniería desemboca en la creación de nuevas herramientas, la optimización de procesos y la toma de mejores decisiones basada en datos. Con el desarrollo de las tecnologías digitales, sus áreas se han fusionado y han llevado a rápidos avances en la automatización, la inteligencia artificial y la analítica de datos, que han cambiado la forma de las empresas para operar y crear valor.
Hace veinte años, uno de los destinos profesionales más probables para un matemático recién graduado de la universidad era la enseñanza. Actualmente, las empresas en el sector de la tecnología luchan entre sí para contratar matemáticos, estadísticos, ya que las habilidades detrás de la IA y el análisis de datos son inherentemente matemáticas y estadísticas.
La demanda de profesionales STEM no ha hecho más que aumentar. Por este motivo, desde la escuela apostamos por la importancia de contar con programas especializados en estas áreas de conocimiento con el objetivo de formar a las nuevas generaciones en habilidades que aportan un gran valor en el mercado laboral.
Fomentar el estudio de carreras STEM es clave para el futuro, ya que no solo impulsan la innovación, sino que también contribuyen al desarrollo económico y social, preparando a los profesionales para afrontar los desafíos del siglo XXI.