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La tokenización y su impacto en el sector inmobiliario
Carlos Matilla Sanz Cofundador y CEO de OpenBrick

La tokenización y su impacto en el sector inmobiliario

Este experto habla sobre cuáles son las ventajas de la tokenización y cómo son cada vez más las plataformas que adoptan este modelo

19/03/2025  Redacción EmprendedoresFirmas
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La tokenización y su impacto en el sector inmobiliario

En el mundo de la inversión y la financiación los cambios suelen ser graduales, pero de vez en cuando aparece una disrupción que transforma por completo las reglas del juego. La ‘tokenización’ de activos es una de esas revoluciones.

En términos sencillos, consiste en representar digitalmente la propiedad y los derechos sobre un activo (mediante acciones) o deuda (bonos) en una red descentralizada, comúnmente conocida como blockchain.

Esta representación digital, los llamados tokens, facilita el acceso a una mayor cantidad de inversores y habilita su compraventa de forma rápida y eficiente. De la misma manera, abre las puertas a nuevos mecanismos de financiación alternativa para los actores que impulsan proyectos y desarrollos inmobiliarios.

Si la adopción de tecnologías digitales ya ha cambiado industrias como el comercio, la música o los servicios financieros, la ‘tokenización’ promete hacer lo mismo con el sector inmobiliario. No se trata de una moda pasajera ni de un concepto futurista: la transformación ya ha comenzado y, a medida que la regulación avanza, el impacto será mayúsculo.

La paradoja de la inversión inmobiliaria

El sector inmobiliario se caracteriza desde hace mucho tiempo por haber sido un bastión de estabilidad y generación de riqueza. Sin embargo, esta solidez tiene un precio: altas barreras de entrada para invertir, procesos burocráticos y, sobre todo, una liquidez limitada.

Comprar un inmueble requiere una inversión elevada y venderlo puede convertirse en una odisea que toma meses o incluso años. En este contexto, la ‘tokenización’ emerge como una solución que podría redefinir el mercado.

Gracias a la ‘tokenización’ inmobiliaria, es posible digitalizar instrumentos financieros que representan derechos sobre un activo inmobiliario o sobre los ingresos que este genere. De esta forma, el fraccionamiento en pequeñas unidades lo hace accesible para un espectro mucho más amplio de inversores.

Esto no solo democratiza el acceso a la inversión inmobiliaria, sino que también crea la posibilidad de negociar estos tokens en mercados secundarios, aumentando la liquidez de los mismos y permitiendo a los inversores comprar y vender fácilmente.

En otras palabras, estamos ante la evolución del «ladrillo» hacia una era digital.

De la teoría a la práctica: la regulación toma forma

Uno de los factores que siempre ha frenado la adopción de tecnologías disruptivas en los mercados financieros es la regulación. Sin embargo, en el caso de la ‘tokenización’, las instituciones están empezando a sentar las bases para una implementación segura y eficiente.

En Europa, el Régimen Piloto de la UE abre la puerta a la negociación de activos digitales en infraestructuras reguladas. Esto significa que la ‘tokenización’ inmobiliaria no solo es una posibilidad técnica, sino una realidad operativa con un marco legal en construcción.

En España, la CNMV ya ha dado luz verde a plataformas especializadas en la emisión y negociación de activos ‘tokenizados’ dentro de su sandbox financiero. Es decir, la ‘tokenización’ ya no es un experimento, es un modelo de negocio que está siendo validado por los reguladores y que en los próximos años podría convertirse en un estándar.

El siguiente paso será la consolidación de un mercado secundario robusto. Sin esta liquidez añadida, la ‘tokenización’ se quedaría a medio camino. Pero todo apunta a que, con la entrada de actores institucionales, esto será una realidad más pronto que tarde.

El impacto real: más allá del acceso y la liquidez

Aunque la democratización del acceso a la inversión y la mejora de la liquidez son los beneficios más evidentes de la ‘tokenización’ inmobiliaria, su impacto va mucho más allá.

Uno de los aspectos clave es la reducción de costes operativos, ya que la automatización de procesos a través del uso de contratos inteligentes propios de la tecnología blockchain puede reducir el número de intermediarios, lo que impactaría en las comisiones y los tiempos de liquidación. Lo que en los mercados tradicionales puede tardar días en procesarse, en un entorno ‘tokenizado’ sucede en cuestión de segundos.

La transparencia y seguridad también se ven reforzadas gracias a la tecnología blockchain, que permite registrar todas las transacciones de manera inmutable y accesible, minimizando el riesgo de fraude y errores administrativos.

Además, la ‘tokenización’ abre la puerta a una diversificación sin precedentes. Un inversor retail que antes solo podía aspirar a comprar un pequeño apartamento o invertir en un fondo inmobiliario genérico, ahora tiene la posibilidad de distribuir su capital en múltiples proyectos con distintos perfiles de riesgo y rentabilidad.

Por otro lado, esta transformación impulsa la aparición de nuevos modelos de negocio. Desde la ‘tokenización’ del derecho a recibir alquileres procedentes de un activo inmobiliario hasta la emisión de bonos respaldados por proyectos en construcción, las posibilidades son enormes.

Esto no solo permitirá a los promotores captar financiación de manera más eficiente, sino que también brindará a los inversores acceso a oportunidades que antes estaban reservadas únicamente para grandes fondos.

El escepticismo es lógico, pero el cambio es inevitable

Como en toda innovación, hay escepticismo. Muchos inversores tradicionales aún asocian la ‘tokenización’ con el mundo de las criptomonedas y la volatilidad extrema.

Sin embargo, hay que entender que los tokens inmobiliarios no son criptodivisas: son representaciones digitales de instrumentos financieros, sujetos a regulación y respaldados por estructuras legales sólidas.

Además, los grandes actores del mercado están involucrados. Bancos, gestoras de activos y operadores inmobiliarios ya están explorando cómo integrar la ‘tokenización’ en su estrategia. No se trata de una alternativa al sistema financiero tradicional, sino de una evolución natural que lo hará más eficiente.

El cambio puede parecer radical, pero lo mismo se pensaba cuando aparecieron los primeros ETFs o cuando las acciones comenzaron a digitalizarse. Hoy en día, nadie se imagina un mercado de valores basado en papel físico, y en unos años, nadie se imaginará un sector inmobiliario sin ‘tokenización’.

Conclusión: el futuro es digital y descentralizado

La ‘tokenización’ no es una simple mejora en la inversión inmobiliaria; es un cambio de paradigma. En un mundo donde la tecnología está redefiniendo industrias enteras, el sector inmobiliario no puede quedarse atrás.

Con un marco regulatorio en desarrollo, actores institucionales comprometidos y una demanda creciente de nuevas formas de inversión, la ‘tokenización’ está posicionada para convertirse en el nuevo estándar del mercado inmobiliario.

Quien siga viendo la inversión en bienes raíces como un sector estático, basado en transacciones lentas y barreras de entrada insalvables, pronto se dará cuenta de que está mirando al pasado. La transformación ya está en marcha, y ahora el valor de los activos no solo se construye con ladrillos, sino también con tecnología.

Carlos Matilla SanzCofundador y CEO de OpenBrick
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