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Modelos de gobierno corporativo y control para gestionar el riesgo en los negocios
Marta Sánchez Directora de Risk Advisory Services de RSM

Modelos de gobierno corporativo y control para gestionar el riesgo en los negocios

Esta experta profundiza en los modelos de gobierno y los controles necesarios para gestionar el riesgo en los negocios

05/10/2024  Redacción EmprendedoresFirmas
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Modelos de gobierno corporativo y control para gestionar el riesgo en los negocios

Actualmente, el concepto modelo de gobierno o gobierno corporativo no es un desconocido en el mundo de la gestión empresarial.

Los cambios normativos que en los últimos años ha habido, que han impactado en mayor o menor medida en toda la estructura empresarial de nuestro país, y más en el entorno de las organizaciones sometidas a una regulación específica, han establecido unas reglas del juego en dicha materia que, si bien resulta imperativo en ciertas organizaciones, en otras se ha convertido en algo necesario, donde la implementación de estas prácticas efectivas contribuyen al desarrollo, la creación de valor y promueven las sostenibilidad a largo plazo.

Contar con un buen modelo de gobierno puede mejorar la toma de decisiones, aumentar la confianza de los accionistas e inversores, facilitar el acceso al capital, reducir el riesgo de fraude y malas prácticas e incrementar la transparencia, lo que facilita las operaciones en los mercados en los que opera y en los que quiere operar.

Los modelos de gobierno, enfocados o no en leyes y regulaciones que los establecen, desempeñan un papel crucial en la configuración de la dirección estratégica, la gestión de riesgos y la transparencia de las organizaciones, y se apalancan en estructuras organizativas, procesos, tecnologías y reportes.

Los órganos de administración son el pilar de los modelos de gobierno. Estos pueden estar compuestos por miembros internos, como accionistas, miembros de la familia, ejecutivos de la organización, patronos o cooperativistas u otros, o por miembros externos independientes, lo que, en algunos casos es fundamental para proporcionar perspectivas objetivas y evitar conflictos de interés.

La existencia de comisiones especializadas (como las comisiones de auditoría, de riesgos, de sostenibilidad o de estrategia), para abordar áreas específicas, permiten un control y una supervisión más detallada y experta en áreas críticas, mejorando así la eficacia de los órganos de gobierno.

Capacitar a los miembros del órgano de gobierno y de sus comisiones, así como a la alta dirección en buenas prácticas de gobierno corporativo, incluyendo programas de desarrollo profesional, participación en seminarios y conferencias sobre temas relevantes, o llevando a cabo formaciones específicas sobre diferentes materias y nuevas tendencias en las distintas sesiones que mantienen, resulta esencial.

Una evaluación periódica del desempeño del órgano de gobierno y de sus miembros puede ayudar a la identificación de áreas de mejora y asegurar que dicho órgano esté cumpliendo eficazmente con sus responsabilidades.

Otro pilar relevante de un modelo de gobierno es el contar con procesos definidos con el objetivo de alcanzar los objetivos estratégicos, apalancados en procesos adaptados a la organización que contribuyan al cumplimiento de las normativas tanto internas como externas, facilita un adecuado control y una adecuada supervisión por parte de los órganos de gobierno.

Desarrollar políticas claras conforme a la estrategia definida, formalizadas con el objetivo de llevar a cabo una adecuada gestión de riesgos, evitar conflictos de interés, cumplir con la normativa aplicable o comunicar de forma transparente, forman parte de este pilar.

Todas estas políticas han de estar apalancadas sobre una Cultura Corporativa que  promueva el desarrollo de las actividades dentro de un marco adecuado de integridad y ética, de  transparencia y de responsabilidad.

Contando con procesos claros y estructuras que los soporten, las decisiones se toman de manera más estructurada, más documentada e informada y, en definitiva, más estratégica, lo que puede resultar crucial en entornos cambiantes, entornos nuevos y entornos de expansión, donde las organizaciones tienen que ser ágiles y dinámicas a la vez que cautas en la toma de decisiones.

Dichas estructuras que soportan los procesos deben estar focalizadas en identificar, mitigar y gestionar riesgos, protegiendo a la organización frente a potenciales amenazas.

Adicionalmente, deben existir procesos claros de reporte y canales de comunicación oportunos y adecuados con las diferentes áreas de la organización, así como con los órganos de gobierno, para que estos puedan ejercer su responsabilidad de control y supervisión de las actividades de la organización y ayude en la toma de decisiones.

Las estructuras de control, que ayudan a la organización en la correcta ejecución de las actividades conforme a los procesos definidos, y las estructuras de supervisión, que ayudan a los órganos de gobierno a obtener un entendimiento objetivo de cómo se están llevando a cabo las actividades a través de procesos de revisión y auditoría independiente, son

En definitiva, un modelo de gobierno eficaz debe de contar con una estructura organizativa adecuada, políticas claras y compromisos con integridad, la ética y la transparencia, responsabilidades adecuadas definidas, en especial, responsabilidades de control y supervisión independiente, con el objetivo de conseguir el posicionamiento deseado en el mercado y conseguir un crecimiento sostenido en el tiempo.

El reto de muchas organizaciones está, en conjugar la falta de recursos necesarios para implementar prácticas en materia de gobierno, derivado de la falta de personal especializado, tecnología o tiempo para dedicar a la mejora continua del modelo de gobierno.

Marta SánchezDirectora de Risk Advisory Services de RSM
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