La inteligencia artificial se ha instalado definitivamente en todos los planos de nuestra vida. Estamos rodeados de dispositivos, herramientas y procesos en los que interviene esta tecnología.
Y lo mismo sucede en el ámbito empresarial. Es rara la compañía que no intenta exprimir las posibilidades de la inteligencia artificial de una u otra forma, convirtiéndose en una compañera de trabajo más, como contábamos en este artículo.
Sin embargo, muchos de estos proyectos no llegan a buen puerto. Según un estudio elaborado por Qlik, especialista en integración de datos, analítica e inteligencia artificial, pocos proyectos pasan de la fase de planificación a la de finalización o implantación. Además, muchos se acaban desechando.
En concreto, el 37% de las empresas españolas tienen entre 11 y 50 proyectos de inteligencia artificial en fase de definición o planificación, que aún no son proyectos reales. Y un 27% de las organizaciones consultadas han tenido hasta 50 proyectos en algún punto de desarrollo, pero los han parado por completo.
En cualquier caso, no hay duda de que las empresas son conscientes de que tienen que avanzar en esa dirección. De hecho, el estudio revela que el 86% de los responsables de la toma de decisiones entrevistados consideran que la inteligencia artificial es absolutamente esencial o muy importante para conseguir alcanzar objetivos estratégicos o aumentar beneficios.
¿Qué falla en los proyectos de inteligencia artificial?
Qlik indica que es fundamental que las empresas puedan desarrollar más proyectos de inteligencia artificial desde la fase de planificación hasta su implantación para que así puedan rentabilizar la inversión realizada en esta tecnología y prestar un mejor servicio a sus clientes.
Sin embargo, dada la dificultad de llevar estos proyectos a buen puerto, casi 7 de cada 10 de las organizaciones consultadas (68%) ven mayor valor en las soluciones de inteligencia artificial ready-made, más fáciles y rápidas de desplegar.
Por otro lado, Qlik detecta múltiples factores que ralentizan o bloquean totalmente los proyectos de inteligencia artificial, entre los que destacan aquellos que tienen que ver con la regulación (24%) y la falta de competencias y habilidades de la plantilla para desarrollarlos (23%).
Además, subraya que la inteligencia artificial se nutre de datos, por lo que se pueden encontrar errores, sesgos o alucinaciones si éstos no son de la calidad adecuada. De hecho, 1 de cada 5 empresas (21%) reconocen que no confían en sus datos para trabajar con esta tecnología.
Asimismo, casi un tercio de los altos directivos (32%) afirman que no confían en la inteligencia artificial. Además, la mitad (50%) creen que el resto de los empleados tampoco lo hacen.
Igualmente, casi una quinta parte de las empresas (23%) piensan que sus clientes tampoco confían en la IA. Y lo que es más preocupante, el 63% opinan que esta falta de confianza está reduciendo significativamente la inversión en inteligencia artificial en su organización.
De este modo, la confianza en esta tecnología es una de las principales barreras, por lo que Qlik recalca que generarla es primordial para avanzar. Y considera que la mejor forma de lograrlo es a través de la formación de los trabajadores en el desarrollo y uso de la inteligencia artificial.
De acuerdo con su encuesta, el 55% de los responsables consultados creen que España tiene potencial para liderar este ámbito de competencias en los próximos cinco años. Y para lograrlo, 3 de cada 4 de ellos creen que sus industrias deben mejorar en la formación y el reciclaje de habilidades para la inteligencia (76%) y piensan que el gobierno debe proporcionar más financiación y formación en esta tecnología (74%).
