El cambio de año es un momento ideal para evaluar la situación de tu negocio y plantearte nuevos objetivos.
Por ejemplo, algunas empresas se plantean adoptar medidas en torno a la sostenibilidad. Otras aprovecharán para fomentar la cultura del éxito en el seno de la compañía.
Y si tu máxima prioridad es la optimización de costes e impulsar la eficiencia operativa, has de saber que tus propósitos coinciden con los de la mayoría de las empresas.
En concreto, el 76% de las compañías indican que la reducción de costes y la mejora de la eficiencia es su principal objetivo en los próximos 12 meses, dos puntos porcentuales más que un año antes, de acuerdo con el ‘Informe europeo de pagos’ de Intrum.
Más allá de la eficiencia
La eficiencia ha desbancado a la que se situaba como máxima prioridad en el anterior estudio: el fortalecimiento de la liquidez y el flujo de caja. Este objetivo se coloca en segunda posición, con un descenso del 5 p.p. con respecto al año pasado, pasando del 79% al 74%,
En el tercer escalón se sitúa la reducción de los riesgos crediticios, la mejora de la prevención de impagos y la disminución de la exposición a préstamos de dudoso cobro. Éstas son las principales metas para el 71% de las empresas consultadas, 2 p.p. menos que un año atrás.
Otras prioridades contempladas por las organizaciones para los siguientes 12 meses son el impulso de la transformación digital del negocio (70%), la revisión de los contratos con socios y proveedores (67%) y la mejora de los procesos de pago para asegurar que los proveedores reciben el abono de sus facturas puntualmente (58%).
Diferencias entre sectores
En cualquier caso, cabe señalar que el orden de prioridades difiere dependiendo del sector de actividad en el que se circunscriben las empresas, ya que cada una de ellas se enfrenta a retos específicos que requieren enfoques diferentes.
De los sectores analizados en el estudio, telecomunicaciones (85%), banca y servicios financieros (84%), comercio minorista (82%), Gobierno y sector público (81%), hostelería y ocio (79%), seguros (79%), sector industrial y químico (78%) o minería (76%) priorizan reducir costes y aumentar la eficiencia, puesto que operan en entornos en los que la optimización de recursos es crucial para mantener márgenes de beneficio, tal y como indica Intrum.
En cambio, en sectores como el tecnológico (84%), farmacia y medicina (77%) y transporte y logística (72%) la prioridad pasa por fortalecer la liquidez y el flujo de caja, dada la necesidad de asegurar una base financiera sólida ante los elevados costes iniciales, según explican los autores del informe.
En el caso de la industria energética (85%), servicios empresariales (79%), real estate (77%) y construcción (76%), el principal objetivo es acelerar su transformación digital, lo que podría deberse a la necesidad de optimizar procesos y de adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades del mercado, de acuerdo con el análisis de Intrum.
¿Qué hacen las empresas para reducir impagos?
El estudio se detiene particularmente en las actuaciones que están llevando a cabo las empresas para mitigar los riesgos crediticios, fortalecer la gestión de impagos y limitar la exposición a créditos de dudoso cobro.
Intrum descubre que están desplegando diversas estrategias. La principal es gestionar y abordar los atrasos de pago en sus primeras etapas (64%), cuando los clientes o deudores apenas comiencen a retrasarse en el abono de sus facturas.
“La idea detrás de esta estrategia es que, al intervenir de manera proactiva y temprana, se puede evitar que esos pequeños retrasos se conviertan en impagos más graves o irreversibles”, especifica.
Un tercio de las compañías apuesta por la digitalización y la inversión en nuevas tecnologías (33%), como software de gestión de cobros o análisis predictivo, con el fin de identificar riesgos y gestionar pagos de forma más eficiente.
Otras estrategias son la creación de alianzas estratégicas (29%) o la colaboración con empresas especializadas en el cobro de deudas (22%).