Lo primero que debes tener claro es que más gente no es sinónimo de mayor éxito. Debes escoger muy bien a tu público objetivo y diseñar tu evento pensando exclusivamente en él. La idea es que consigas el mayor retorno de la inversión posible y que no malgastes tu dinero.
Ayúdales a socializar
Reserva espacios dentro de la jornada para que los participantes puedan conocerse. Organiza también actos, dentro del propio evento, para ayudar a acercarse a los participantes. Por ejemplo, ejerce tú mismo de anfitrión presentándolos, crea etiquetas identificativas con sus cargos, dispón alguna comida en mesas para que haya algún momento en el que deban permanecer sentados…
Haz un seguimiento
Cuando acabe el evento, envía tarjetas de agradecimiento a los participantes más importantes, incluso plantéate la posibilidad de preguntarle por las relaciones que haya podido hacer o las que se le hayan podido quedar en el aire o aprovecha para anunciarle alguna idea de tus próximos eventos.
Utiliza bien los canales de promoción
Escoge bien la red social en la que vas a promocionar el evento. Facebook y Twitter para marcas de gran consumo; Linkedin para B2B; Chictopia para firmas de moda… Pero no te quedes ahí. Existen webs específicas dedicadas a la promoción de eventos como Meetup, Seatwave, Eventbrite o Eventful.
Mide bien los resultados
Al valorar el ROI, ten en cuenta que puede haber una parte intangible (la notoriedad conseguida para tu marca) y otra que puedes cuantificar en número de contactos, acciones de Me gusta en Facebook, además de la posibilidad de fidelizar a los asistentes con algún tipo de descuento o con muestras de producto gratuitas.
