Cada vez son más las grandes empresas que invierte en startups con el propósito de obtener beneficios financieros y estratégicos.
Esto es lo que se denomina corporate venture capital, que es una forma de innovación abierta y de diversificación de los negocios que juega un papel muy importante en el impulso de la innovación y el crecimiento en el ámbito empresarial.
El corporate venture capital comparte muchos rasgos con los fondos de capital riesgo tradicionales o venture capital, pero con la diferencia de aquellos son gestionados por firmas independientes, mientras que éstos implican la inversión directa de una empresa.
Así pues, esta forma de inversión permite a las grandes corporaciones establecer relaciones con startups, acceder a nuevas tecnologías y mercados, fomentar la innovación interna y diversificar sus actividades comerciales.
Estas inversiones pueden articularse de diferentes formas, como participaciones directas, inversión en fondos o la colaboración en clubes y clústeres de inversión, tal y como indica BackInvest en su informe ‘Innovación con sabor español. El impacto nacional del Corporate Venture Capital’, elaborado a partir de una encuesta realizada a 50 empresas relevantes de nuestro país.
Apuesta del corporate venture capital por las startups
De acuerdo con dicho estudio, dos tercios de las compañías consultados (67,3%) tienen una estructura consolidada de corporate venture capital.
Y este es un dato muy importante, puesto que el informe demuestra que la existencia de este tipo de vehículos condiciona sustancialmente la inversión en startups.
Así, 4 de cada 5 grandes empresas (81,6%) afirman haber realizado inversiones en startups en algún momento.
Pero el interés de las corporaciones que cuentan con estructuras de corporate venture capital es mucho mayor. Mientras que apenas el 56,3% de las compañías que no cuentan que este tipo de vehículos han invertido en alguna startup, el 93,9% de las que sí disponen de herramientas de corporate venture capital han realizado alguna inversión en empresas emergentes.
En cuanto a los motivos de su inversión en startups, casi 2 de cada 3 de las empresas (64,2%) afirman que lo han hecho con un objetivo puramente estratégico. El resto lo hacen con fines estratégicos y financieros (21,4%), financieros (9.5%) o de impacto (4,8%).
Por otro lado, el informe pone de manifiesto el interés de las grandes empresas en los programas de innovación abierta. No en vano, el 85,4% de las organizaciones consultadas dicen contar con iniciativas de este tipo.
Dicha inquietud se ha visto acentuada en el último lustro, puesto que casi la mitad de los programas de innovación abierta (47,8%) tienen menos de cinco años de antigüedad. Y apenas un 8,7% de las iniciativas tiene más de 10 años.
Interés en fases seed y Serie A
El estudio de BlackInvest descubre que la inversión de las grandes empresas tiende a concentrarse en las etapas iniciales de las startups, especialmente en la fase seed y las rondas de Serie A.
“Esta estrategia permite a las empresas no sólo acceder a tecnologías emergentes, sino también ejercer un impacto positivo y significativo en el desarrollo de las startups”, detalla.
“Al intervenir en estos momentos cruciales, las corporaciones pueden ofrecer recursos esenciales que potencian el crecimiento y la estabilización de las nuevas empresas, asegurando así un acompañamiento efectivo en etapas clave”, añade
El informe hace hincapié en que las inversiones “no se extienden a fases excesivamente preliminares como la preseed, debido a que muchas empresas prefieren tecnologías con un mínimo grado de madurez que garantice su viabilidad y potencial de escalabilidad”.
En cuanto a las compañías invertidas, el 42,5% de las compañías encuestadas aseguran que tienen un porfolio diversificado con inversiones en más de 10 empresas, por lo que el 57,5% de ellas han realizado menos de 10 inversiones.
El estudio remarca que “este dato sugiere un grado de inmadurez en la mayoría de estas iniciativas de inversión corporativa”, ya que puesto que es aconsejable contar con inversiones en más de una decena de empresas si se quiere desarrollar un porfolio diversificado, que mitigue riesgos y potencie oportunidades de crecimiento,
“La diversificación del portafolio no sólo reduce la exposición al fracaso de una sola empresa emergente, sino que también permite a las corporaciones beneficiarse de una gama más amplia de innovaciones y modelos de negocio en desarrollo. Aumentar el número de inversiones podría no sólo proporcionar una estabilidad mayor, sino también mejorar el potencial de rendimientos ajustados al riesgo a través de un enfoque más equilibrado y estratégico”, especifica.