Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) son una de las principales razones que explican el calentamiento global y el cambio climático.
Ante tal situación, la Unión Europea se ha propuesto como objetivo reducir las emisiones de GEI en un 55% para el año 2030, en comparación con los niveles de 1990, así como alcanzar la neutralidad climática para el año 2050.
Dichos objetivos están recogidos en la Ley Europea del Clima, aprobada por el Parlamento Europeo en 2021, que forma parte del Pacto Verde Europeo, la hoja de ruta para lograr la neutralidad climática.
Como parte del mismo, la Unión Europea ha desarrollado un paquete legislativo llamado ‘Objetivo 55’, compuesto por varias leyes revisadas interconectadas y nuevas propuestas de ley sobre el clima y la energía.
Y 2025 se plantea como un ejercicio crucial, ya que la emergencia climática y la llegada de múltiples normas en este ámbito harán que la sostenibilidad aumente su protagonismo este año, como contábamos en este artículo.
La legislación impulsa la reducción de emisiones
Las empresas se están alineando con estos objetivos, reduciendo sus emisiones. Aunque casi la mitad de las pymes españolas (47%) reconocen que la obligatoriedad de cumplir con la legalidad vigente es la principal razón para la activación de políticas de reducción de huella de carbono, de acuerdo con el informe ‘El estado de las pequeñas y medianas empresas (pymes) europeas’, realizado por Qonto.
Junto con el cumplimiento normativo, más de un tercio (35%) de las pymes en España aseguran que la puesta en marcha de una estrategia de reducción de emisiones se realiza para mejorar la reputación asociada a su compañía. Y otro tercio (35%) lo relacionan con el alineamiento con sus valores y la misión de la empresa. Además, casi 3 de cada 10 (28%) justifican su estrategia de reducción de huella de carbono en las ventajas competitivas y ahorro de costes derivadas del mismo.
Por el contrario, sólo el 23% de las pymes de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia se muestran en línea con las españolas y dicen haber activado su estrategia de reducción de emisiones por las exigencias normativas.
En el resto de las pymes europeas consultadas por Qonto, las principales causas son la alineación con los valores corporativos (43%), por delante de la mejora de la reputación (36%) y las consideraciones relacionadas con la reducción de costes (33%).
El estudio también desvela que las pymes de Reino Unido son las que se muestran más alineación entre valores corporativos y estrategia de reducción de emisiones, ya que más de la mitad (52%) de las empresas encuestadas aseguran basar su estrategia de reducción de huella de carbono en esta causa. Las pymes alemanas están muy cerca (49%) de las pymes alemanas. Y algo más lejos se sitúan las francesas (45%) y las italianas (38%).
Sin embargo, cuando son preguntadas por lo que están haciendo las pymes para reducir su huella de carbono, vemos que las españolas son más activas que las europeas, a las que parece que se les va la fuerza por la boca.
De este modo, el 45% de las organizaciones consultadas en nuestro país afirman estar tomando ya medidas para mitigar su impacto, mientras que otro 28% de ellas señalan que prevén hacerlo en el futuro, pese a que aún no lo están haciendo. No obstante, casi 1 de cada 5 (18%) dicen no tener intención de acometer medidas para reducir sus emisiones.
Sólo las pymes italianas tienen un mayor compromiso que las españolas, aunque muy ligero, ya que un 46% de ellas afirman que ya están tomando medidas para reducir su huella. Por detrás de las españolas quedan, por tanto, las pymes británicas (42%), francesas (40%) y, muy lejos, las alemanas (27%).
Por el contrario, las pymes alemanas que aún no están haciendo nada para reducir emisiones y su huella de carbono son las que muestran una mayor voluntad de adoptar (36%) medidas encaminadas a ello, por delante de las italianas (31%), francesas (31%) y británicas (25%).
No obstante, el país teutón también es el que presenta un mayor porcentaje de empresas sin ningún tipo de compromiso medioambiental, ya que 3 de cada 10 pymes no están tomando medidas y no prevé hacerlo próximamente (29%), por delante de las francesas (23%), británicas (22%) e italianas (13%).
¿Qué hacen las empresas para reducir su huella?
Las pymes españolas se enfocan en reducir su consumo energético (48%), elegir proveedores sostenibles (34%) y reducir los residuos derivados de su actividad (31%).
En el conjunto de pymes europeas, algo más de la mitad de las empresas que ya están tomando medidas para reducir su huella de carbono afirman que recortar su consumo de energía es la principal acción para alcanzar este objetivo de forma realista (51%).
Asimismo, un tercio de estas empresas (33%) apuestan por reducir la cantidad de residuos de sus operaciones, mientras que otro tercio (32%) se decantan por seleccionar proveedores más sostenibles. Finalmente, una cuarta parte de las encuestadas (25%) afirman que adaptar los hábitos de desplazamiento de la plantilla ayudaría en sus objetivos de reducción de carbono.