La seguridad y el tráfico son dos de los mayores problemas de las ciudades de todo el mundo. Y ese es el mercado que explota Neural Labs.
Esta empresa barcelonesa, fundada por Elías Valcárcel y Jesús de la Calle, desarrolla soluciones de inteligencia artificial (IA) que transforman las cámaras de vigilancia convencionales en herramientas inteligentes mediante deep learning, redes neuronales y visión por computador.
La compañía se creó en 2005, enfocada en la lectura automática de matrículas para el control del acceso de vehículos a peajes, aparcamientos, carreteras, entornos logísticos, etc. Cuando nació, esta tecnología se usaba muy poco en nuestro país, pero Neural Labs tuvo el acierto de dar el salto a Sudamérica, donde sus soluciones encontraron acomodo rápidamente en el control de la criminalidad.
“Nuestra tecnología permite que la policía detecte coches robados, secuestros y otros delitos. Enseguida empezamos a vender mucho en Argentina y Colombia, mientras que en España costaba muchísimo, porque no había una necesidad. Ahora sí. Nuestra tecnología se está usando para controlar el acceso de vehículos a las zonas de bajas emisiones de las ciudades. También para la lectura de matrículas y su comparación con ‘listas negras’ de la policía”, explica Elías Valcárcel, CEO de la empresa.
Aplicaciones infinitas
Gracias a su tecnología, las cámaras pueden identificar automáticamente la categoría, modelo, color, matrícula, velocidad, sentido de circulación y carril del vehículo captado en las imágenes, mediante dispositivos fijos o embarcados en coches de policía.
Así pues, cualquier cámara de vigilancia se convierte en inteligente gracias al software de Neural Labs, que analiza las imágenes captadas con diversas finalidades: cotejarlas con ‘listas negras’ de coches robados o implicados en un delito, detectar posibles comportamientos sospechosos, identificar vehículos que accedan a zonas de bajas emisiones sin reunir los requisitos exigidos, sancionar a automóviles que se salten un semáforo, hagan giros prohibidos, vayan en sentido contrario o circulen a más velocidad de la debida…
Además, sus soluciones pueden ir más allá del control de vehículos. “Con cualquier cámara mirando a la calle y un ordenador, con nuestra tecnología de IA comprendemos lo que está sucediendo. Y cuando lo comprendes, puedes hacer 1.000 cosas: detectar a alguien merodeando, motos que invaden el carril bici, patinetes que van por las aceras o coches que pasan rozando a los peatones en un paso de cebra, contar cuántas personas hay en una parada de autobús… Las aplicaciones son infinitas”, afirma Valcárcel.
Su tecnología también se puede usar en las carreteras, ya sea para detectar la presencia de pelotones de ciclistas o animales en la calzada y advertir a los conductores, para dar la alarma si se detecta humo dentro de un túnel, etc.
Pero la aplicación más llamativa de sus sistemas es la vigilancia de la criminalidad. Los ejemplos más espectaculares proceden de Sudamérica, donde su tecnología ha permitido detectar vehículos robados o involucrados en secuestros y robos, dando lugar en algunas ocasiones a espectaculares persecuciones policiales.
También tenemos casos muy notables en España. Por ejemplo, la Guardia Urbana de Barcelona ha detectado ya más de 1.500 vehículos robados gracias a los sistemas de vigilancia con tecnología de Neural Labs que equipan algunos de sus coches patrulla. Y no sólo eso, sino que también permiten localizar automóviles embargados o precintados, vehículos de interés policial implicados en alguna investigación, coches que circulen sin seguro o que no hayan pasado la ITV, etc.
Su software también es capaz de reconocer determinados patrones que invitan a pensar en un posible crimen. Por ejemplo, en Sudamérica es sospechoso que dos personas vayan montadas en la misma moto.
“Muchos delitos son cometidos por el que va detrás. Se paran junto a ti en el semáforo y te atracan a punta de pistola o con un cuchillo”, aclara Valcárcel. La policía de aquellos países tenía mucho interés en la posibilidad de detectar estas situaciones, por lo que Neural Labs adaptó rápidamente sus sistemas para satisfacer dicha demanda.
Agilidad y servicio
Ésta es precisamente una de las claves de Neural Labs: su agilidad. “Nuestro principal competidor es una empresa china con 40.000 trabajadores. Una compañía así puede tardar meses o años en dar respuesta. Nosotros somos muy rápidos. Si hay que desarrollar algo nuevo, lo tenemos en días o en pocas semanas”, comenta el CEO.
Además, hace hincapié en que “la tecnología sin servicio no vale para nada. Ofrecemos consultoría preventa, acompañamiento en la instalación y soporte posventa. Asesoramos antes, durante y después. Queremos que el cliente no sólo valore nuestra tecnología, sino que también sepa que pueda llamar, porque estaremos y le atenderemos”, recalca.
Dichos clientes son las administraciones públicas y los cuerpos y fuerzas de seguridad, que son quienes explotan los datos que recaban los sistemas de Neural Labs. “Estamos invirtiendo para proveer una solución completa. Captar el dato está genial, pero hay que presentar estadísticas, distribuciones, un dashboard atractivo, etc. Estamos invirtiendo mucho en desarrollo web para presentar mejor los datos al usuario, que suelen ser funcionarios de tráfico y de la administración o policías”, apunta.
La compañía accede a estos contratos a través de licitaciones públicas, a las que concurre de la mano de partners locales, empresas de ingeniería que lideran proyectos en los que la tecnología de Neural Labs es sólo una pequeña parte, puesto que también hay que instalar las cámaras de vigilancia, tirar cable de fibra óptica, montar los centros de control donde se analizarán las imágenes, etc.
La empresa española obtiene sus ingresos de la venta de licencias de uso de su tecnología por cada una de las cámaras instaladas en estos sistemas. Si la administración que convoca el concurso decide ampliar posteriormente el sistema e incorporar más cámaras, Neural Labs amplía el número de licencias. La compañía también obtiene ingresos de los contratos de actualización y mantenimiento de su software y de programas de formación para optimizar el uso de sus sistemas. Esta actividad supone aproximadamente el 10% de su facturación.
Un referente en España e Iberoamérica
Neural Labs espera aumentar sus ventas alrededor de un 20% en este ejercicio, alcanzando una facturación en torno a 5,4 millones de euros. La compañía viene aumentando sus ingresos por encima del 20% en los últimos años, gracias al crecimiento en sus principales mercados –España, México, Colombia, Chile y Argentina, donde tiene oficinas propias– y la expansión a los países vecinos –Perú, Ecuador, Brasil y Centroamérica– desde aquellos.
La mitad de sus ventas procede de España, donde se centra, principalmente, en la instalación de sistemas para el control de la entrada de vehículos en las zonas de bajas emisiones de las ciudades, beneficiándose del impulso de los fondos europeos y de la apuesta por la sostenibilidad de la UE. La otra mitad de su facturación proviene del continente americano, donde se enfoca en la seguridad: detección de coches robados, prevención de la criminalidad, control de infracciones de tráfico, etc.
Sus buenos resultados hacen que sea un bocado apetecible, por lo que su CEO es consciente de que, tarde o temprano, acabará llegando alguna oferta interesante. “Con nuestro crecimiento orgánico, no vamos a la velocidad que podríamos ir. Tendremos que formar parte de un grupo más grande para ganar volumen y músculo. Si queremos sobrevivir, hemos de formar parte de un grupo más grande. Nos gustaría que fuera un socio industrial con sinergias, no un inversor que sólo quiera entrar y salir”, puntualiza.
