“Las suscripciones están cobrando mayor protagonismo. Esto implica pagar una tarifa mensual por el uso del vehículo con todo incluido (seguro, mantenimiento, ITV, etc.), sin entradas ni cuotas finales. Es un servicio mucho más flexible que permite cambiar el vehículo por otro o devolverlo si las circunstancias cambian”, explica Alejandro Vigaray, COO y cofundador de Bipi. Y dentro de esta tendencia hay varias subtendencias:
-Intermodalidad. “Hay una evolución de ser proveedores de renting a ser proveedores de servicios de movilidad, haciendo los productos muy accesibles para los clientes, adaptando la oferta a los diferentes ciclos de vida y necesidades de las empresas y las personas”, explican desde Santander Renting. Y eso empuja a lo que Agustín García, presidente hasta julio de la AER denomina intermodalidad: “hay empresas que están incluyendo, por ejemplo, el renting para bicicletas. La gente, cada vez más, va a contratar, no tanto vehículos, sino movilidad”. Antonio Cruz, subdirector general área Comercial, Marketing y Terminaciones de ALD Automotive, también apoya esta visión: “la nueva movilidad va a estar ligada a nuevos usos, a nuevos hábitos de transporte: los coches seguirán siendo esenciales, pero las bicicletas, las motos o los patinetes empiezan a posicionarse”.
-De carsharing a renting y viceversa: “En estos momentos de incertidumbre, los clientes demandan soluciones que no impliquen un problema adicional si su situación cambia. En esta línea estamos viendo que cada vez más compañías de carsharing están ofreciendo la posibilidad a los clientes de mantener un vehículo en su “propiedad” más allá del trayecto habitual (desde 3 días hasta casi un mes incluso), o los propios players de renting que están acortando el plazo de uso por debajo del año e incluso con renovaciones mes a mes”, explica Cruz. Esto tiene mucho que ver con el hecho de que “los usuarios se muestran reacios a compartir coches, motos o bicis que previamente han usado otras personas que desconocen por miedo a contagios”, confiesa Vigaray. Pero también tenemos la tendencia del renting que se “carshariniza”. Así lo ven desde Toyota (“la tendencia en la movilidad corporativa es un pago por uso cada vez más flexible, como es el carsharing corporativo de Toyota (KINTO Share), que permite a las empresas disponer de una flota de Toyota a modo de pool y que varios usuarios puedan reservarlo y usarlo según sus necesidades”, insiste Álvaro Aparicio, Fleet & Used Car General Manager de Toyota España) o en PSA (“Tenemos Renting on demand por días, semanas o hasta tres eses a través de nuestra solución Free2Move Rent”, aclara María Jesús López, general manager F2M Iberia NSC (PSA).).
-Hacia la oferta customizada. Está claro que las compañías de renting están evolucionando hacia un modelo en el que se convertirán en solucionadoras integrales de movilidad y tratarán de cubrir todas las necesidades de sus clientes y hacerlo de una forma cada vez más personalizada: “es decir, los contratos no se circunscribirán hacia un vehículo determinado, sino que se ofrecerá una movilidad global para el cliente, con un porfolio de soluciones, en función de lo que necesite en cada momento”, explica García. Es lo que Jordi García Lozano, director de Corporate Sales de Nissan Iberia. define como “estar customizando el producto final del renting a la medida exacta de las necesidades del cliente. El renting sigue innovando y cada vez más está añadiendo servicios según la demanda de sus clientes”.