Chief hapiness officer (CHO), chief people officer (CPO) o jefe de felicidad. Éstos son los distintos nombres que recibe una nueva figura que está apareciendo ya en muchas empresas: la persona encargada de generar ‘buen rollo’.
Todos sabemos que crear buen ambiente laboral en la oficina no siempre es fácil. Sin embargo, los expertos no dejan de advertirnos que se trata de un factor muy relevante para asegurar el éxito y bienestar de cualquier organización.
Trabajar en un entorno agradable genera un aumento de la motivación y la satisfacción, ya que los empleados que se sienten valorados y respaldados se involucran más en sus tareas. Y esto se refleja en unos mejores resultados, tal y como contábamos en este artículo, donde apuntábamos algunos consejos para mejorar el clima laboral.
Además, una oficina con ‘buen rollo’ contribuye a la salud mental y el bienestar emocional de los trabajadores. En este sentido, tener una sobrecarga de trabajo no poder conciliar la vida personal y familiar, trabajar en un entorno conflictivo, la imposibilidad de desconectar y la falta de reconocimiento o de promoción son algunos de factores que más dificultad la felicidad en el trabajo, según los datos del ‘IV Barómetro LHH Executive sobre liderazgo directivo en España (III): Igualdad de género, sostenibilidad y salud mental’, del que nos hacíamos eco en EMPRENDEDORES.
El clima laboral también es un elemento determinante a la hora captar y retener talento. Sobre todo si hablamos de las generaciones más jóvenes, que conceden mayor importancia a aspectos como la conciliación.
Por ejemplo, el 48% de los empleados de 18 a 25 años estaría dispuesto a cobrar menos a cambio de medidas que les permitieran conciliar más, según descubría Aegon en su ‘VI Estudio de Salud y Vida’, como informábamos hace unos días.
¿Qué hace el jefe de felicidad?
Las funciones de este nuevo perfil consisten en generar un buen ambiente, para lo cual es imprescindible que los empleados se sientan a gusto tanto en el plano laboral como en lo personal.
Así pues, el jefe de felicidad debe estar atento a aspectos como que los empleados perciban que son valorados por su trabajo, lo que incluye tanto el reconocimiento de su labor como el establecimiento de un salario acorde a su funciones y bienestar. También es importante que vean que existen oportunidades de desarrollo y que hay seguridad laboral.
En el plano personal, el jefe de felicidad debe ocuparse de establecer una comunicación abierta, transparente y bidireccional en el seno de la empresa, tratar de facilitar el equilibrio entre la vida laboral y la personal, crear una cultura organizacional que promueva un buen clima en la oficina o favorecer las relaciones interpersonales.
Respecto a este último, cabe destacar que contar con un sólido círculo de amistades en el trabajo aporta apoyo emocional, reduce el estrés y fomenta el trabajo en equipo, como contábamos en este artículo.
Muchas de esas cosas se pueden lograr a través de pequeñas cosas: estando pendiente de los cumpleaños de los empleados y teniendo un detalle en ese día, organizando actividades de team building, promoviendo la práctica de deportes de equipo o ligas internas, etc.
Por ejemplo, en EMPRENDEDORES ya hablamos de Just Royal BCN, una empresa que propone actividades de team building de cocina. Y también vimos el ejemplo de Corporate Yatching, que organiza regatas con el fin de reforzar las habilidades de liderazgo o fomentar el trabajo el equipo, además de disfrutar de una experiencia nueva y divertida.
La figura del jefe de felicidad todavía no está muy difundida en nuestro país, pero ya están empezando a surgir formación para jefes de felicidad, como el programa executive en chief happiness officer de la Universidad de La Rioja (UNIR).