El año pasado se contabilización 20.666 concursos de acreedores, de acuerdo con los datos del Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Inmuebles de España. Y hasta junio del presente año ya van 17.897 concursos, lo que supone un crecimiento de casi el 82% respecto a la primera mitad del ejercicio 2023.
Para solicitar el concurso, el deudor ha de mostrar su insolvencia. Y aunque algunas empresas son capaces de levantar el concurso y salir adelante, está situación puede acabar llevando a la compañía a la quiebra.
Si queremos evitar vernos es esta tesitura, es fundamental que seamos capaces de identificar los indicios de insolvencia a tiempo, ya que esto nos permitirá anticiparnos y actuar de forma preventiva, poniendo en marcha un plan de reestructuración antes de que la situación sea irreversible.
Claves para identificar la insolvencia
Abencys, despacho especializado en insolvencia y reestructuraciones, destaca 5 señales clave que pueden alertar a una empresa de que está en riesgo de quiebra.
1. Pérdidas financieras constantes
“Aunque la empresa haya sido rentable en el pasado, si los resultados financieros muestran pérdidas continuas en varios trimestres consecutivos, es probable que la compañía esté teniendo dificultades para generar suficientes ingresos para cubrir sus gastos operativos y de deuda. Ignorar esta señal puede llevar a la insolvencia definitiva si no se toman medidas correctivas a tiempo”, detalla la empresa.
2. Reducción de la liquidez
“Si una empresa se enfrenta a dificultades para generar efectivo o ha agotado su capital de trabajo, su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras está comprometida. La falta de liquidez a corto plazo es una señal clara de que la compañía podría estar entrando en una espiral de insolvencia”, advierte Abencys.
En este artículo apuntamos algunas ideas para tratar de mejorar la liquidez de tu empresa.
3. Incumplimiento de pagos
Si la situación empieza a ser apurada y aparecen problemas de liquidez, enseguida nos encontraremos con dificultades para pagar las facturas. “Cuando una empresa no puede cumplir de manera consistente con sus obligaciones de pago, ya sea a proveedores, acreedores, empleados o entidades financieras, está enfrentando una falta de liquidez que afecta el funcionamiento diario. Este incumplimiento puede escalar rápidamente, conduciendo a demandas, embargos y otras acciones legales que agravan aún más la crisis financiera”, alerta el despacho.
4. Aumento descontrolado de la deuda
“Cuando el endeudamiento supera la capacidad de pago de la empresa y no se establecen mecanismos claros para gestionar y reducir esta deuda, el riesgo de insolvencia se incrementa significativamente”, apunta la compañía.
“Depender excesivamente de pasivos externos o tener que recurrir a préstamos no bancarios es una señal de que la estructura financiera es insostenible y necesita una revisión urgente”, agrega.
5. Recortes agresivos de personal
Ésta suele ser una medida desesperada y una de las señales más visibles de problemas financieros graves y riesgo de insolvencia.
“Si la empresa comienza a reducir personal en áreas clave o estratégicas, puede ser una señal de que esta está intentando mantenerse operativa a pesar de una crisis financiera. Sin embargo, estos recortes pueden comprometer su capacidad operativa, dificultando aún más la posibilidad de recuperación”, comenta Abencys.
Importancia de un plan de reestructuración
Si detectamos alguna de estas señales, hay que tomar medidas inmediatas. Así pues, debemos poner en marcha un plan de reestructuración que nos permita abordar esta situación para tratar de revertirla antes de que nos lleve a la quiebra.
“Cuanto antes se detecten los problemas y se elabore un plan de reestructuración, mayores serán las posibilidades de éxito”, afirma la compañía. “Las empresas que toman medidas anticipadas tienen más posibilidades de negociar con sus acreedores en mejores condiciones y encontrar soluciones viables para evitar la quiebra”, añade.
Además, Abencys explica que un plan de reestructuración bien diseñado no sólo aborda las urgencias financieras, sino que también permite a la empresa redistribuir sus recursos, optimizar procesos y fortalecer su posición en el mercado.