Verifactu Vs. Factura electrónica: todo lo que debes saber antes de 2026
No se trata solo de cumplir con las normas, sino de aprovechar el cambio para mejorar la gestión diaria.
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La digitalización de la Administración —y con ella, la de las empresas y los autónomos— da un paso más con la llegada de Verifactu y la factura electrónica. A partir del 1 de enero de 2026, las sociedades deberán adaptarse a ambas obligaciones y el 1 de julio será el turno de los autónomos.
Aunque a primera vista pueda parecer un cambio complejo, estas medidas representan una oportunidad para modernizar la gestión, automatizar procesos y ganar eficiencia. Gracias a soluciones tecnológicas ya integradas en los TPV o la banca online de entidades como Cajamar, los negocios pueden anticiparse al cambio con facilidad y aprovechar sus ventajas desde ahora.
¿En qué se diferencian Verifactu y la factura electrónica?
Es habitual confundir Verifactu con la factura electrónica, pero en realidad son dos medidas distintas que avanzan en la misma dirección: la digitalización de la facturación y el control fiscal.
Verifactu es el nuevo sistema de la Agencia Tributaria diseñado para garantizar la transparencia y trazabilidad de todas las operaciones. Obliga a que los programas de facturación estén certificados y envíen automáticamente a Hacienda los datos de cada factura, evitando así manipulaciones o duplicidades. Por ejemplo, cada factura llevará un código QR y un identificador único que permitirán comprobar su autenticidad al instante.
La factura electrónica, en cambio, se centra en el formato del documento. Sustituye el papel o el PDF por un archivo digital estructurado —como un XML— con firma electrónica y sistemas de seguridad que aseguran su validez legal.
 
La factura electrónica transforma la forma de emitir y recibir facturas, mientras que Verifactu garantiza que el proceso se realiza de manera segura, trazable y conforme a las normas de la Agencia Tributaria
¿Quiénes están exentos de implementar estas obligaciones?
Aunque ambas medidas afectan a la mayoría de autónomos y empresas en España, existen algunas excepciones.
En el caso de Verifactu, estarán exentos los profesionales que ya utilizan el Suministro Inmediato de Información (SII), aquellos que tributan en el País Vasco y en Navarra —ya que cuentan con sus propios sistemas de control: TicketBAI y NaTicket, respectivamente—, así como los autónomos acogidos al régimen de módulos, salvo cuando un cliente profesional les solicite una factura completa. También quedan fuera el Régimen Especial de Agricultura, Ganadería y Pesca (REAGP) y el de Recargo de Equivalencia. Para el resto de profesionales y sociedades que utilicen programas de facturación, su aplicación será obligatoria.
La factura electrónica, en cambio, solo será obligatoria en las operaciones entre empresas y autónomos (B2B) dentro del territorio español. Quedan fuera las ventas a particulares (B2C), las operaciones intracomunitarias y las transacciones con países fuera de la Unión Europea.
¿El papel de los proveedores es importante?
Sin duda, contar con aliados tecnológicos es clave en este proceso, y Cajamar se posiciona como un socio estratégico para autónomos y empresas que buscan adaptarse sin complicaciones.
Sus soluciones digitales —que integran TPV, banca online con cuentas específicas para autónomos y herramientas de gestión— facilitan a autónomos y pymes el cumplimiento de estas nuevas obligaciones, al tiempo que les proporcionan un ecosistema tecnológico preparado para trabajar con mayor confianza y eficacia.
Su cuenta autónomo incluye la plataforma e-Factura, integrada en la banca electrónica, que permite emitir, firmar y enviar facturas digitales de manera telemática, sin necesidad de certificado electrónico ni instalaciones adicionales. Desde la pestaña “EFACTURA”, los clientes pueden transformar sus facturas, enviarlas y almacenarlas con total seguridad, además de conectarlas con su software de gestión (ERP) para automatizar tareas contables y ahorrar tiempo.
A su vez, el TPV del Grupo Cooperativo Cajamar desempeña un papel esencial en la automatización de la facturación. Su servicio de anticipo de facturación para TPV gestiona los pagos y anticipos derivados de las ventas y puede integrarse con sistemas de facturación electrónica, ayudando a cumplir con la normativa y a simplificar la gestión diaria.
Cajamar ofrece un ecosistema digital completo que combina herramientas tecnológicas, asesoramiento y financiación para acompañarte en tu transición hacia la nueva era de la facturación
¿Por qué se implantan Verifactu y la factura electrónica?
Aunque ambos sistemas comparten la meta de modernizar la gestión empresarial, cada uno responde a un origen y un objetivo distintos, pero complementarios.
Verifactu nace de la Ley Antifraude y su propósito principal es reforzar el control fiscal y aumentar la transparencia. Para lograrlo, exige que los programas de facturación estén certificados y envíen automáticamente los registros a la Agencia Tributaria. De esta forma se evita la manipulación contable y la emisión de facturas falsas, ya que la información llega en tiempo real a Hacienda, reduciendo al mínimo cualquier margen de opacidad.
La factura electrónica, en cambio, se impulsa desde la Ley Crea y Crece y tiene un doble objetivo: digitalizar la facturación entre autónomos y empresas y luchar contra la morosidad. Al registrar de manera automática la fecha de emisión, recepción y pago de cada factura, se facilita el control del cumplimiento de los plazos legales —un máximo de 60 días— y se fomenta la responsabilidad en los pagos.
Ambos sistemas, además de reforzar la transparencia y la seguridad fiscal, pretenden dar un impulso definitivo a la digitalización de pymes y autónomos, ayudándoles a ser más eficientes, competitivos y adaptarse a un entorno económico cada vez más tecnológico
¿Qué ventajas aportan más allá del control fiscal?
Aunque a primera vista Verifactu y la factura electrónica parecen una obligación más dentro de la burocracia tributaria, en realidad suponen una oportunidad para dar un salto en la modernización de los negocios.
La digitalización de la facturación permite automatizar tareas que antes requerían tiempo y esfuerzo, como la conciliación bancaria o la presentación de impuestos, reduciendo errores contables y mejorando el control de la tesorería. Además, los programas homologados ofrecen una visión más clara y actualizada de las finanzas, al integrarse con otros sistemas de gestión como ERPs, CRMs o terminales de punto de venta. Esta conexión facilita un flujo de información continuo que agiliza la toma de decisiones y aumenta la eficiencia.
Otro beneficio importante es la mayor seguridad frente a inspecciones o posibles sanciones. Al enviarse los datos a Hacienda de forma automática y transparente, se minimiza el riesgo de errores y se refuerza la trazabilidad de todas las operaciones. Esta trazabilidad también favorece la confianza entre clientes, proveedores y Administración, al contar con un sistema más claro y fiable.
Por último, la implantación de Verifactu y la factura electrónica tiene un efecto transformador en el tejido empresarial. Obliga, en el mejor sentido, a que pymes y autónomos adopten herramientas digitales y den un paso decidido hacia la modernización.
Ambas medidas, en lugar de verlo como una carga administrativa, puede entenderse como una oportunidad para optimizar procesos, ganar agilidad y situar el negocio en un nivel más competitivo y conectado
¿Cómo puedo prepararme para hacer la transición sin complicaciones?
La mejor forma de adaptarte sin sobresaltos es anticiparte. Si aún no los hecho, empieza hablando con tu gestoría o asesoría para entender cómo te afectará el cambio según tu actividad y volumen de facturación.
Después, revisa el programa que usas actualmente y consulta a tu proveedor si será compatible con Verifactu. Si no lo es, empieza a buscar alternativas y solicita demos a diferentes empresas antes de tomar una decisión. Es importante confirmar que el software que elijas esté certificado. Para ello, basta con pedir a tu proveedor la declaración responsable que lo acredita, un documento que está obligado a facilitarte por ley.
Ten en cuenta que el reglamento Verifactu exige que todos los programas de facturación en España incorporen la emisión de facturas electrónicas B2B, por lo que un software homologado te permitirá cumplir con ambas obligaciones a la vez.
Por último, si trabajas con un equipo, dedica tiempo a formarlo en el uso del nuevo sistema. Familiarizarse con las herramientas y procesos desde el principio hará que la transición sea mucho más sencilla y que podáis aprovechar desde el primer momento las ventajas de la digitalización.
Verifactu exige que todos los programas de facturación en España incorporen la emisión de facturas electrónicas B2B,
¿Cuánto me costará adaptarme?
El coste de adaptación variará según el tipo de software que utilices y las características de tu negocio. En algunos casos, bastará con actualizar el programa actual para cumplir con la normativa; en otros, será necesario invertir en una nueva solución homologada.
A esta inversión inicial puede sumarse el coste de la formación, especialmente si cuentas con personal que deba aprender a manejar las nuevas herramientas.
Aun así, no todo son gastos. Existen ayudas públicas diseñadas para facilitar este proceso, como el Kit Digital, que ofrece bonos para la digitalización de pymes y autónomos y puede destinarse a financiar parte de la transición hacia Verifactu y la factura electrónica.
Además, entidades como Cajamar ponen a disposición de sus clientes soluciones tecnológicas y opciones de financiación específicas, pensadas para que esta adaptación se realice con menos carga económica y mayor tranquilidad.
¿Qué pasa si no adapto mi gestión de la facturación?
No actualizar tu sistema de facturación puede acarrear consecuencias importantes. La más evidente es el riesgo de sanciones económicas por incumplir la normativa, que pueden variar en función del volumen de facturación y la gravedad del incumplimiento.
Pero hay un riesgo aún mayor. Las facturas emitidas con programas no homologados podrían no considerarse válidas ante Hacienda, lo que complicaría la justificación de gastos e ingresos y afectaría directamente a la relación con clientes y proveedores.
Descubre cómo sus soluciones para autónomos y empresas pueden ayudarte a adaptarte a Verifactu y la factura electrónica de forma sencilla, segura y eficiente.