Con motivo del 70 aniversario de Gestoría Mays el año pasado y el reconocimiento que recibió esta firma en los premios ProDespachos y la Revista Emprendedores en su cuarta edición por su trayectoria profesional, hemos querido entrevistar a Jorge Ruiz, su socio director.
¿Cómo y por qué se fundó la firma hace 70 años?
JORGE RUIZ: La firma nació gracias a la amistad de Manuel Cristeto y Alfonso Ruiz. Ambos, que convivían en Salamanca, forjaron su relación durante su estancia en Ceuta en las milicias universitarias. Al concluir ese período, en junio de 1954, uno, abogado, y el otro, perito mercantil, decidieron dar el salto y crear la Gestoría Mays.
Su espíritu emprendedor, demostrado en la creación de otros negocios a lo largo de sus vidas, los llevó a dejar sus trabajos para apostar por su propio proyecto.
«La capacidad de adaptación de nuestro despacho se refleja en la evolución de las necesidades de los clientes, que han pasado de requerir simples gestiones a demandar un asesoramiento cada vez más personalizado»
¿Cuál era la visión inicial para la firma?
Manuel Cristeto y Alfonso Ruiz concibieron la idea de ofrecer el servicio de llevar la contabilidad de empresas de forma externa, en lugar de hacerlo internamente como se venía realizando.
Con la experiencia de uno como abogado y del otro como perito mercantil, se propusieron atender a un mayor número de clientes, ofreciendo servicios especializados a jóvenes profesionales ya con sólida experiencia. Desde el principio, fueron muy activos y se percataron de que tanto personas como empresas requerían una amplia gama de servicios profesionales que ellos podían cubrir.
¿Cómo ha evolucionado la firma a lo largo de las décadas?
Durante la época inicial, en el sector en el que se movían, la evolución fue constante aunque a un ritmo pausado. Poco a poco fueron ganando clientes y, conforme aumentaba la demanda, se fueron incorporando empleados de la forma tradicional.
Se recuerda la contratación de jóvenes, incluso menores de edad, a quienes se formaba y se les permitía desarrollar sus aptitudes; de hecho, algunos de estos profesionales se dedicaron exclusivamente a Gestoría Mays durante más de 45 años.
En los años 80, el despacho ya contaba con unos 13 trabajadores. Con la incorporación de la hija de D. Manuel y mi participación en los noventa, se impulsó un crecimiento más acelerado, alcanzando los actuales volúmenes con unos 30 empleados y triplicando la facturación en las décadas siguientes.
¿Cuáles han sido los hitos más importantes en la historia de la firma?
Entre los eventos más relevantes destaca el paso de ser un negocio de dos profesionales a la incorporación de los primeros empleados en los años 60. Posteriormente, en los 70 y principios de los 80, se trasladó la empresa a un despacho de tres plantas en el que el número de empleados rondaba los diez.
A mediados de los 80, en 1985, se produjo un nuevo cambio de ubicación a la sede actual y la incorporación de la nueva generación, lo que permitió un incremento notable de personal y facturación a partir de los años 90 y 2000. En años recientes, también ha sido destacable el crecimiento inorgánico mediante la adquisición de carteras externas.
¿Qué cambios significativos ha visto en el sector legal desde entonces?
Los cambios han sido enormes. Uno de los aspectos más evidentes es la adaptación constante a las nuevas tecnologías: desde tareas manuscritas, el uso de máquinas de escribir, papeles cebolla y calcos, hasta la llegada de máquinas eléctricas, primeros ordenadores (con sistemas IBM 32, 34, 36), el AS/400, los primeros PCs y, recientemente, la inteligencia artificial. Aunque el sector no sea pionero en tecnologías experimentales, siempre ha estado en la vanguardia en la adaptación de las que triunfan a nivel mundial.
Además, en el ámbito legislativo, la constante evolución normativa obliga a una formación continua, pues nadie recuerda un IRPF exactamente igual de un año a otro. Esta capacidad de adaptación también se refleja en la evolución de las necesidades de los clientes, que han pasado de requerir simples gestiones a demandar un asesoramiento cada vez más personalizado.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado la firma en estos 70 años?
El reto principal ha sido la continua adaptación a los cambios. En despachos de menor antigüedad, quizás no se aprecia plenamente la importancia de adaptarse rápidamente, pero con el paso del tiempo se entiende que aquellos que logran evolucionar son los que perduran.
¿De qué logro de la firma se siente más orgulloso?
Personalmente, el orgullo radica en haber tomado una firma consolidada en los años 90 y, junto con mi socia, haberla llevado al nivel actual. En la empresa familiar se comenta que crear algo de la nada es muy difícil, pero retomar y hacer crecer lo construido es también una tarea compleja.
Los socios actuales han sabido tomar el testigo de nuestros antecesores y elevarlo a un nivel superior, lo cual es motivo de gran satisfacción.
¿Cómo ha logrado la firma mantener su relevancia y éxito a lo largo de tantos años?
El secreto ha sido la profesionalidad y la seriedad en nuestro trabajo, así como el cuidado y atención, tanto a nuestro equipo como a nuestros clientes. Nunca se ha apostado por un crecimiento rápido y poco sólido, sino por la constancia y el enfoque a largo plazo.
Siempre se ha reconocido que el equipo humano es el centro de la operación y se ha trabajado para mantener a la gente implicada en el proyecto, asegurando que si ellos están bien, el resto también funcionará. Asimismo, se ha procurado ofrecer un asesoramiento coherente y profesional que ha permitido que empresas de varias generaciones sigan siendo clientes.
¿Qué valores cree que han sido fundamentales para la longevidad y el éxito de la firma?
La profesionalidad y la honradez han sido esenciales. Nunca se ha buscado sacar beneficio de situaciones que no favorecieran a nuestros clientes. Aunque este valor no siempre se reconozca de inmediato, a la larga se evidencia y contribuye a la perdurabilidad.
También se ha procurado tratar al equipo como una familia, brindándoles las mejores condiciones laborales según lo posibilitado por el crecimiento de la empresa.
«Nuestro objetivo siempre ha sido que los clientes puedan dedicar su tiempo al “core” de su negocio, confiando en nosotros para el resto de sus necesidades, lo que se traduce en una mayor eficiencia».
¿Cómo describe la cultura interna de la firma y cómo ha cambiado con el tiempo?
La cultura interna ha cambiado muy poco desde sus orígenes. Se resume en la idea de ser buena gente, hacer el mejor trabajo posible y, en la medida de lo posible, disfrutar de lo que se hace.
Aunque se han producido muchas evoluciones desde los inicios, el fundamento permanece: rodearse de personas capaces y comprometidas, que se sientan a gusto en su día a día, lo que ha contribuido a la durabilidad de la firma.
¿Cómo ha cambiado la relación con los clientes a lo largo de los años?
La relación ha evolucionado tanto en la demanda de servicios como en el nivel de atención prestado. Se pasó de un trabajo más mecánico en la solución de trámites ante las administraciones a un asesoramiento más especializado y personalizado.
El objetivo siempre ha sido que los clientes puedan dedicar su tiempo al “core” de su negocio, confiando en nosotros para el resto de sus necesidades, lo que se traduce en una mayor eficiencia.
¿Qué papel ha jugado la innovación en la historia de la firma?
La innovación ha sido una constante en toda la historia de la firma. Tanto los fundadores como las generaciones posteriores han mostrado un carácter curioso e innovador, participando activamente en la implementación de nuevas tecnologías en el sector.
Pocos despachos pueden presumir de haber utilizado sistemas IBM 32, 34, 36 o AS/400 en los años 80-90, y hemos sido pioneros en ofrecer servicios por internet, garantizando asistencia 24/7/365, anticipándonos a la norma. Actualmente, seguimos explorando nuevas tecnologías como la inteligencia artificial para seguir a la vanguardia.
¿Cuáles son sus planes y objetivos para el futuro de la firma?
Actualmente, estamos en el proceso de incorporar a la siguiente generación de la familia, que ya lleva un año y poco trabajando con nosotros, y nos preparamos para los grandes cambios que conlleva este relevo generacional. Es una fase apasionante, ya vivida desde otra perspectiva, y ahora nos toca abordarla desde nuestro rol actual.
Con la experiencia acumulada y la frescura de las nuevas generaciones, confiamos en llevar el despacho y el sector a horizontes que, hasta ahora, ni siquiera habíamos imaginado. Los objetivos continúan siendo cuidar a nuestra gente y clientes, ofrecer el servicio más profesional posible y asegurar la continuidad y vitalidad de la empresa en los próximos años, tarea sencilla de decir pero compleja de ejecutar.
Para terminar, ¿qué ha supuesto para Gestoría Mays ser reconocida por su mejor trayectoria profesional, en la IV edición de premio ProDespachos & Revista Emprendedores, que tuvo lugar en octubre del 2024?
La verdad es que para nosotros es un orgullo recibir este premio de la revista Emprendedores y de ProDespachos, sobre todo por el significado que tiene recibirlo por nuestra trayectoria profesional, es después de 70 años un reconocimiento a nuestros fundadores Manuel y Alfonso y a nosotros mismos Pilar y yo como siguiente generación, creo que además un reconocimiento de este estilo, da fuerza a la nueva generación entrante para que pongan en valor todo lo realizado hasta ahora.
Creo que es un reconocimiento al trabajo bien hecho, a la planificación a largo plazo y al cuidado de nuestro equipo y nuestros clientes por encima de todo.
Pero ya sabemos que de viejos logros no se vive y menos en nuestro sector, con lo cual nos sirve también como digo, para coger fuerza y no parar de cambiar y adaptarnos, para poder seguir otros 70 años más.