¿Apareces en ASNEF? Te contamos cómo salir de este fichero de morosidad
Aparecer en ASNEF implica trabas financieras y de reputación, incluso por deudas mínimas. ¡Pero ojo! Si tu inclusión no es legal, la indemnización puede llegar a 10.000 € por apunte.

Puede que lo descubras al solicitar un préstamo que te deniegan sin explicaciones, al intentar firmar un contrato de alquiler o de suministro, al buscar financiación para tu empresa o, directamente, porque te llega una notificación: estás en ASNEF y, entonces, todo se complica.
Aunque mucha gente ha oído hablar de esta base de datos de morosos, no todo el mundo sabe qué implica aparecer en ella, por qué sucede ni cómo se puede salir.
Tanto si eres particular como si gestionas un negocio, esta información te interesa. Figurar en ASNEF no es una condena perpetua, pero ignorarlo no hará que desaparezca. Además, tu inclusión —ya sea como persona física o jurídica— no siempre es legal y en esos casos puedes reclamar una indeminación.
“No olvidemos que existe la directiva 93/13, que es normativa europea en materia de protección del consumidor frente a las cláusulas abusivas, y que ya contamos con sentencias en España que vienen del Tribunal Supremo y dicen claramente que solamente pueden aparecer en ASNEF aquellas deudas acreditadas con sentencia firme. Si no es así, puedes defenderte mediante una demanda por vulneración del derecho al honor. En ese caso, la entidad que te ha incluido en ASNEF tendría que indemnizarte con una media de entre 5.000 y 10.000 euros por apunte”, explica Javier López, presidente de Área Jurídica Global, con más de 25 años de experiencia en ofrecer soluciones jurídico-financieras a empresas y particulares.
En cualquier caso, cuanto antes resuelvas la situación, antes recuperarás tu historial crediticio limpio y, con ello, la tranquilidad.
Si tu deuda no cuenta con una sentencia firme, tu inclusión en ASNEF no es legal y la empresa tendría que indemnizarte con entre 5.000 y 10.000 euros por apunte
Qué es ASNEF y por qué puedes estar en la lista de morosos
ASNEF son las siglas de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito. Se trata de un fichero gestionado por la empresa Equifax en el que bancos, aseguradoras, compañías de telefonía y otras entidades registran a particulares o empresas que han dejado una deuda sin pagar en el plazo acordado.
Estar en ASNEF no implica necesariamente deber una gran cantidad de dinero. A veces, basta con una factura de 80 o 100 euros pendiente para figurar. Tampoco importa si la deuda es personal o de tu negocio. Si el acreedor decide notificarlo y se cumplen los requisitos legales, tus datos se incorporarán al sistema.
Cómo saber si estás en el fichero
No siempre hay un aviso claro. A veces lo comunica la propia entidad acreedora y otras lo descubres porque un trámite —como solicitar un préstamo— se complica sin motivo aparente.
Si sospechas que puedes estar incluido en el fichero, tienes derecho a comprobarlo. La gestión es gratuita y se realiza directamente con Equifax.
Puedes hacerlo de dos maneras:
► Por internet. Accede al Portal del Consumidor de Equifax. Allí encontrarás un formulario para ejercer tus derechos ARCOL (Acceso, Rectificación, Cancelación, Oposición y Limitación). Si ya tienes usuario, podrás entrar con tu correo electrónico y contraseña; si no, deberás crear una cuenta. El sistema te ofrecerá una respuesta de manera inmediata, indicando si tus datos figuran en ASNEF y, en su caso, qué entidad ha comunicado la deuda.
Para facilitarte el proceso, desde Área Jurídica Global ofrecen el siguiente vídeo explicativo que, en apenas 5 minutos, muestra paso a paso cómo averiguar si algún acreedor te ha dado de alta en el fichero de ASNEF.
► Por correo postal. Puedes enviar tu solicitud por carta —ordinaria, certificada o con acuse de recibo— al Apartado de Correos 10.546, 28080 Madrid. Deberás adjuntar una copia de tu DNI, NIE, pasaporte o CIF (si se trata de una empresa), junto con un escrito firmado en el que indiques claramente el derecho que deseas ejercer. Recuerda que solo el titular de los datos puede solicitar el acceso al fichero.
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) establece que Equifax debe responder en un plazo máximo de un mes desde la recepción de la solicitud. Si la petición resulta compleja, el plazo puede ampliarse hasta dos meses adicionales, aunque en ese caso la empresa está obligada a informarte dentro del primer mes y explicar los motivos de la demora.
Para ayudarte con la gestión, Área Jurídica Global pone a tu disposición un modelo de carta descargable, que puedes utilizar para enviar tu solicitud a los registros.
Qué consecuencias tiene aparecer en ASNEF
Aparecer en ASNEF puede condicionar de manera importante la actividad de un autónomo o de una pyme. Estas son las principales consecuencias:
• Dificultad para acceder a financiación. La mayoría de los bancos y entidades financieras consultan este registro antes de conceder un préstamo, una póliza de crédito o incluso una tarjeta. Si figuras en el fichero, es probable que la solicitud sea rechazada o que las condiciones de acceso sean mucho más restrictivas.
• Problemas para contratar servicios básicos. Las compañías de telefonía, energía o seguros suelen revisar ASNEF antes de formalizar un contrato. En consecuencia, podrías encontrarte con obstáculos para cambiar de operador, dar de alta un nuevo suministro o renovar una póliza.
• Impacto en las relaciones con proveedores. Algunos proveedores o socios comerciales revisan la solvencia de sus clientes y si aparecen en ASNEF, genera desconfianza. Esto puede traducirse en la exigencia de pagos por adelantado, la reducción de plazos o incluso la pérdida de acuerdos.
• Daño a la imagen y reputación. Aunque ASNEF no es un registro público, en los entornos empresariales puede trascender que una compañía tiene incidencias de pago, afectando a su credibilidad y dificultando nuevas colaboraciones. Si estás construyendo una trayectoria empresarial, mantener un historial crediticio limpio es clave para transmitir credibilidad.
¿Es legal que te incluyan?
Sí, es legal aparecer en ASNEF siempre que se cumplan unas condiciones muy concretas establecidas por la normativa de protección de datos. Solo en esos casos la inclusión es válida.
Los requisitos son los siguientes:
• Que la deuda sea cierta —es decir, con sentencia judicial firme o aceptada por el cliente—, vencida, exigible e impagada.
• Que el deudor haya recibido un requerimiento previo de pago fehaciente, por ejemplo mediante burofax.
• Que el contrato advierta expresamente de la posible inclusión en ficheros de morosidad en caso de impago.
• Que no hayan transcurrido más de seis años desde la fecha de origen de la deuda. Pasado ese tiempo, los datos deben ser eliminados del registro.
Si tu inclusión no es legal, ¡reclama!
Si alguno de los requisitos anteriores no se cumple, tienes derecho a solicitar la cancelación inmediata de tus datos en ASNEF. Y no se trata de un caso excepcional. Son muchas las inclusiones indebidas que se producen cada año.
Sobre este punto, Javier López advierte: “Hay una cantidad de abusos importante. Muchas veces te incluyen por cantidades desproporcionadas, debes 100 euros y te apuntan 2.000, o intentas darte de baja y no lo consigues. También es habitual que, al intentar refinanciar tus deudas, no te lo permitan porque estar en ASNEF bloquea esa posibilidad. La tendencia, por ejemplo, de algunas entidades bancarias es amenazarte con incluirte en el fichero y al final pagas por no aparecer. Las compañías telefónicas también lo hacen habitualmente, a veces por 15 euros, cuando en realidad has cancelado el servicio o la portabilidad no se ha gestionado bien y te llega una factura inesperada”.
Aun en estas situaciones, López subraya que el afectado tiene derecho a defenderse: “Un señor que no puede pagar sus deudas también tiene derechos: puede reactivarse, refinanciar, pelear y defender su expediente. No te pueden incluir en ASNEF por tres o cuatro cuotas impagadas si no hay una sentencia judicial firme; es decir, que no has apelado, y eso lo ha establecido el Tribunal Supremo”.
Si te planteas reclamar, contar con el respaldo de los profesionales Área Jurídica Global te asegura el acompañamiento durante todo el proceso
Cómo salir de ASNEF, paso a paso
Salir de ASNEF requiere orden, constancia y atención a los detalles. Por eso, para muchos autónomos y pymes, contar con el apoyo de especialistas en derecho bancario y financiero supone la tranquilidad de saber que todo se gestiona correctamente.
Firmas como Área Jurídica Global, con una amplia experiencia en este tipo de procedimientos, pueden ayudarte a defender tus derechos y encontrar la mejor solución cuando la deuda está en disputa o la inclusión no cumple los requisitos legales.
Salir de ASNEF no será automático, pero sí posible si sigues los pasos adecuados.
1. Comprueba la deuda y su validez
Antes de actuar, asegúrate de que la deuda realmente existe y es correcta. Solicita a ASNEF el detalle completo: quién la reportó, el importe, la fecha de alta y si recibiste la notificación previa exigida por la ley. Si detectas irregularidades, podrás pedir la cancelación inmediata.
2. Paga o negocia la deuda
Si la deuda es legítima, la forma más rápida de salir del fichero es abonarla. Una vez pagada, la entidad acreedora está obligada a comunicarlo a ASNEF y solicitar tu eliminación en un plazo máximo de 10 días hábiles. También puedes negociar rebajas o planes de pago, pero revisa siempre los documentos antes de firmar.
3. Solicita la baja directamente en ASNEF
Aunque el acreedor debe notificar el pago, puedes adelantarte tú mismo. Contacta con Equifax, presenta el justificante y pide la eliminación de tus datos para agilizar el proceso.
4. Si no obtienes respuesta, reclama ante la AEPD
Si la entidad o la empresa acreedora no atienden tu solicitud de cancelación, la vía adecuada es presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Este organismo puede obligar a eliminar los datos y sancionar a la entidad infractora, de acuerdo con los artículos 77 y 83 del RGPD.
¿Y de cara al futuro qué?
Tan importante es salir de ASNEF, como no volver a aparecer. Para ello, mantén un control ordenado de tus finanzas, tanto personales como empresariales. Por supuesto, revisa con frecuencia tus facturas y vencimientos, utiliza recordatorios para evitar olvidos y, si surge un problema de liquidez, habla cuanto antes con el acreedor para buscar una solución amistosa.
Mantener una comunicación abierta con bancos, proveedores y compañías de servicios reduce el riesgo de impagos y, con ello, la posibilidad de figurar de nuevo en un registro de morosidad. Al final, prevenir siempre es más fácil —y menos costoso— que reparar.
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