Consejo experto a los emprendedores: Si quieres comerte el mundo, come bien

Estrés, horarios interminables, reuniones intempestivas y mucho trabajo suelen ser los condicionantes que impiden a los emprendedores añadir a la larga lista una preocupación más, como la de la dieta. Hacen mal porque a la larga es algo que determina su rendimiento y su estado de salud física y mental.

De ello, habla María Kindelán, entre otras cosas, coach de salud y nutrición energética, naturópata y autora del libro ‘Come para comerte el mundo’ en una intervención dirigida a la comunidad de emprendedores de Ancla Life.

Convencida de la relación existente entre lo que comemos con la mente y las emociones, así como de la estrecha conexión entre intestino y cerebro, alienta a los emprendedores a erradicar de su dieta los alimentos procesados y a sustituirlos por otros elementos esenciales para una dieta equilibrada que les ayude a mantenerse enérgicos y enfocados.

“Mantener una dieta equilibrada no solo mejora tu salud física, sino que también puede tener un impacto positivo en tu vida profesional aportando más concentración y foco, más energía y más estable, mayor resistencia, un sistema inmunológico más fuerte y mejor forma física”, afirma Kindelán. Asegura, además, que “tiene un efecto directo en la reducción del estrés y en la mejora del estado de ánimo”.

Elementos esenciales para los emprendedores

El primero de todos son las proteínas, fundamentales para la reparación y creación de tejidos. Contribuyen también a mantener la sensación de satisfacción durante más tiempo. Entre los productos que las proporcionan señala: carnes magras, pescado, huevos, legumbres y frutos secos.

Los carbohidratos complejos “son tu principal fuente de energía sostenida. A diferencia de los carbohidratos simples que encuentras en los dulces y refrescos, los carbohidratos complejos liberan energía de manera constante”. Ayudan a mantenerse activo durante todo el día. Productos que los proporcionan son la avena, quinoa, arroz integral o batatas.

Grasas. Recuerda la especialista que no todas las grasas son malas. “Las grasas saludables son esenciales para el funcionamiento cerebral y la salud general”, afirma. Aguacate, aceite de oliva, frutos secos o pescados grasos como el salmón son excelentes opciones.

Las frutas y verduras son la principal fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes. “Son vitales para tu sistema inmunológico y tu bienestar general”. En consejo aquí es incluir “una variedad de colores en tu plato con espinacas, brócoli, bayas y cítricos”. 

La hidratación. El consumo de agua es vital para todo, favorece desde la digestión hasta la concentración. 

¿Por qué evitar los alimentos procesados?

Los alimentos procesados pueden ser tentadores, especialmente cuando estás ocupado y necesitas algo rápido. Pero aquí hay algunas razones importantes por las que deberías pensarlo dos veces antes de asaltar las máquinas vending y similares.

Ausencia de nutrientes esenciales. A menudo estos productos carecen de los nutrientes esenciales necesarios para mantener altos niveles de energía y concentración.

Insalubres. “Muchas veces, estos alimentos están llenos de calorías vacías, azúcares y grasas que no solo pueden hacerte ganar peso sino que también pueden causar problemas de salud a largo plazo como problemas digestivos y enfermedades crónicas”.

Riesgo de depresión y ansiedad. Afirma esta especialista la existencia de numerosos estudios que demuestran que el consumo de alimentos procesados está relacionado con un mayor riesgo de depresión y ansiedad. “Y como emprendedor necesitas estar en tu mejor estado mental para tomar las interminables decisiones que tu trabajo requiere”. 

Fluctuaciones de glucosa. Los azúcares refinados y los carbohidratos simples en los alimentos procesados pueden causar fluctuaciones rápidas en tus niveles de glucosa en sangre. Esto ocasiona picos altos de energía seguidos de caídas que te hacen sentir agotado y con dificultad para mantener la concentración.

“Me gustaría incidir en que lo que coméis puede ser tan importante como vuestras estrategias de negocio, así que la próxima vez que busquéis un snack rápido pensad si os ayudará (o no) a alcanzar vuestras metas”, concluye María Kindelán.