Cerca de la casa de Elvira Durand, fundadora de Le Coq, había un asador de pollos de gran éxito, con colas de gente a su puerta para hacer el pedido y llevarlo a casa. “Un día estaba esperando a un amigo a que trajese la comida de allí y, al ver que tardaba tanto, me di cuenta que ahí podía haber un filón”. Justo en ese instante prendió la mecha emprendedora. “Entonces yo era directora general de Marcas en Comess Group pero desde pequeña siempre había tenido esa inquietud de montar algo”.
El deseo se transformó en realidad con la apertura en 2016 de un primer local en la madrileña calle de Príncipe de Vergara, justo al lado de ese asador que les empujó a dar el salto. “Su concepto era demasiado tradicional y, en el momento que incorporamos sabores internacionales, ya dotamos de un componente premium al mundo del pollo y nos empezamos a diferenciar”.
Le Coq: una franquicia para todos y con vocación internacional
Para Durand, lo más grande de Le Coq es que se trata de un concepto bastante democrático. “El pollo es un alimento presente en todas las religiones, culturas, clases sociales… Nosotros hemos potenciado una categoría que realmente no existía, desarrollando una cadena organizada a partir de un producto como el pollo a la brasa al que le hemos dado ese toque gourmet, completando la carta con otras referencias como un entrecot a la brasa, hamburguesas, burritos, crepes… Pero, sobre todo, hemos logrado algo muy digno: que la gente pueda comer por 15 euros, en un sitio lindo, un producto sano, que le va a permitir irse a casa lleno y después de haber disfrutado”.
Con esta propuesta, la compañía ha tejido una red de 12 locales (1 de ellos franquiciado), todos en la Comunidad de Madrid, con una facturación el año pasado de aproximadamente 10 millones de euros, como recogíamos en esta noticia en Emprendedores. Ahora buscan impulsar su crecimiento en franquicia y salir así del mercado madrileño, con el foco puesto en esta primera fase en Levante, Andalucía y Cataluña.
Le Coq: la evolución como clave de éxito
“Carnes, pollos, brasas y recetas del mundo”. Así resume Durand la esencia de una marca que ha hecho de la evolución una constante en su trayectoria, lo que le ha permitido situarse hoy como un referente en el mercado.
Recuerda la fundadora de Le Coq que la idea inicial era montar un despacho de pollos a las brasas, centrado en comida para llevar y en la entrega a domicilio. “Sobre la marcha nos dimos cuenta que el consumo de pollo se realizaba en grupo y, al introducir recetas internacionales, la gente quería probarlo antes de llevárselo a casa. Decidimos entonces montar el comedor y una terraza, a lo que sumábamos un espacio para recoger pedidos y el delivery”. Ya en el segundo local, en Las Tablas (Madrid), cambiaron el enfoque y dieron más protagonismo al área de restaurante, “ya que no era tanto una zona de paso”.
Pero su apuesta por el delivery se mantenía intacta y, en línea con su espíritu innovador, fueron pioneros en introducir marcas virtuales en sus cocinas allá por el 2017–2018. “Hoy tenemos ocho de estas marcas, que nos ayudaron a superar la pandemia con más solvencia”.
Y el año pasado Le Coq alcanzó uno de sus últimos hitos con la inauguración de su obrador central, lo que le permitirá impulsar un proyecto de franquicias que lanzó también en 2024, de la mano de Áreas, con la apertura de un local en la Terminal 2 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid–Barajas. “Este obrador responde a nuestro objetivo de estandarizar todo, con reparto diario a nuestros locales, y de garantizar el crecimiento; ahora es cuando empezamos a crecer, porque el producto lo tenemos súper paquetizado. Ten en cuenta que vengo del mundo de las operaciones, de las cadenas de restaurantes, de ahí que la obsesión desde el inicio fue crear procesos, modernizar, evitar mermas…”.
Junto a este crecimiento de la red, el otro gran proyecto, “que se lanza ya”, es la venta en retail, en los lineales de los supermercados, como adelanta Durant, quien nos revela a continuación más claves del éxito de Le Coq.
EMPRENDEDORES: El pasado año incrementaron su facturación el 27%, ¿a qué atribuyen este dato?
ELVIRA DURAND: Analizamos constantemente nuestros datos y los del sector, y nos dimos cuenta que nos faltaba un poco de empuje por las noches, en la parte de restaurante, no en la de delivery. Y era básicamente porque la gente buscaba en esa franja horaria comer algo más que un pollo, de ahí que le dimos potencia a las carnes a las brasas, un poquito más de protagonismo a la picaña, al entrecot, a las parrilladas… Estas medidas nos hicieron pasar de una ocupación, por las noches, del 40–50%, a una del 70–80%.
En el delivery, mientras, hemos seguido creciendo bastante, incluso mucho más de lo que veníamos haciendo; concentramos un poco la oferta, hicimos limpieza de algunos productos y organizamos nuestro pricing, además de lanzar tres nuevas marcas virtuales, con una aceptación brutal.
EMP.: ¿Qué previsión de aperturas tienen para 2025?
E.D.: Queremos inaugurar cuatro locales propios y finalizar el año con apertura de cuatro franquicias; 2026 será otra historia, porque ahora estamos también centrados en la línea del negocio del retail. De todos modos, no vamos a realizar muchas aperturas, ya que hay que realizarlas con pausa y paso firme; en este sentido, yo creo en un crecimiento sostenido.
EMP.: ¿Dónde le gustaría ver a la marca en el medio y largo plazo?
E.D.: Me encantaría ver a Le Coq en Estados Unidos, en México, en Latinoamérica, en Europa; veo un Le Coq en Italia, en Francia, en Suiza… Desde el inicio se hizo una marca pensando en eso; de hecho, le pusimos Le Coq porque sólo, con dos palabras, ya le dabas ese acento premium al pollo a la brasa. Y por esta misma razón diseñamos una una carta tan internacional.
