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El invierno en los tiempos de emprendimiento
Renzo Aguirre Empresario y creador de la Teoría de los Candados de Emprendimiento

Estrategia vs improvisación. La ruta hacia el éxito empresarial

Este experto, gracias a una mayor madurez empresarial, explica con certeza la diferencia que existe entre hacer las cosas con estrategia y no hacerlo.

31/10/2024  Redacción EmprendedoresFirmas
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Estrategia vs improvisación. La ruta hacia el éxito empresarial

La estrategia te da un norte. Lamentablemente, una gran cantidad de emprendedores no cuenta con una estrategia clara. No tienen un norte, una ruta ni una organización definida; muchos no saben qué quieren de sus negocios ni hacia dónde desean llevarlos. Tampoco tienen una filosofía que guíe sus decisiones.

Por muchos años, yo fui uno de ellos. Simplemente vivía el día a día, improvisando en el camino. Hoy, con una madurez empresarial mayor, puedo decirte con certeza la diferencia que existe entre hacer las cosas con estrategia y no hacerlo.

Cuando comencé mi proyecto de EELA, todo empezó como un simple programa de formación de emprendedores. Debo confesar que al principio no sabía hasta dónde podía llegar con el tiempo. La razón principal por la que lo inicié fue porque estaba cansado de que los directivos de distintas universidades, donde colaboraba como catedrático, me dijeran cómo debía hacer mi labor. Quería independencia en mi forma de enseñar, así que, con el apoyo de la Universidad Hemisferios, decidí crear este programa.

Aunque en esos primeros días no tenía clara la visión de este proyecto, sí me concentré en lo esencial: la misión. Definí objetivos para el programa y me propuse metas básicas en ventas y logros, aunque fueran solo los primeros pasos. Con el tiempo, me di cuenta de que este programa podía ser algo mucho más grande. Cuando llegó la pandemia, ya habíamos crecido un 200%, y fue durante ese tiempo de incertidumbre cuando me vi obligado a replantear el modelo de negocio y toda la estrategia para alcanzar lo que somos hoy en 2024. Desde entonces, hemos tenido un crecimiento anual constante de alrededor del 300%, impulsado por la creación de más de tres decenas de programas, la incursión en el campo de los posgrados y la apertura de operaciones en mercados tan importantes como México y Estados Unidos.

Definir una estrategia sólida va mucho más allá de establecer objetivos básicos. Implica un proceso técnico que considere tres pilares fundamentales: visión, objetivos medibles y planes de acción específicos. La visión es la imagen del lugar al que se quiere llegar, una proyección a largo plazo. Los objetivos medibles permiten dividir esta visión en metas alcanzables y, lo más importante, permiten evaluar los avances para ajustar el rumbo en el camino. Por último, los planes de acción específicos detallan los pasos concretos que convertirán cada objetivo en logros reales. Con EELA, fue fundamental definir objetivos claros que me indicaran si avanzaba o no en la dirección correcta y, con el tiempo, estos pilares fueron los que me permitieron transformar un simple programa en un proyecto educativo integral.

Este año marcó un nuevo hito: el momento de redefinir nuestra estrategia, no solo para los próximos cinco años, como en la última ocasión, sino para una década. Hoy, me permito visionar a EELAEDU como una red integral de gestión educativa con una presencia sólida en el mercado hispanoamericano. Para lograrlo, ya tengo definido el camino: crear e incorporar instituciones educativas y establecer nuestra filosofía educativa en cada una. Pero también

tengo claros los tres pilares sobre los que trabajaré en estos primeros dos años para acercarnos a esa visión: el talento humano, la cultura corporativa y la marca.

Una estrategia efectiva no solo debe ser ambiciosa, sino clara y medible. Contar con objetivos específicos permite evaluar el progreso en cada paso. Diseñar planes de acción detallados es clave; cada acción debe responder a una meta concreta, y cada meta debe acercarnos, aunque sea un poco, hacia esa visión a largo plazo. La claridad de estos pasos convierte una idea en una estrategia tangible.

Un emprendedor que solo improvisa se arriesga a quedarse en el mismo lugar, mientras que un emprendedor que planifica y define su rumbo tiene en sus manos una herramienta poderosa para construir el futuro que desea. Definir una estrategia no se trata de prever cada detalle o paso, sino de dar un norte a cada esfuerzo y, sobre todo, de poder medir ese avance en tiempo real. Y, si algo sale mal o el contexto cambia, una estrategia permite recalcular el rumbo con una guía firme.

Si aún no tienes una estrategia definida para tu proyecto, este es el momento de detenerse y pensar en ella. Tal vez te tome unos días, incluso semanas, pero el resultado de ese esfuerzo será una ruta clara para alcanzar tus metas. La estrategia es el puente entre tu visión y la realidad; te permite construir un negocio con propósito, optimizando recursos y enfocado en lograr el éxito sostenible.

Renzo AguirreEmpresario y creador de la Teoría de los Candados de Emprendimiento
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