De acuerdo a las conclusiones del reciente informe ‘Transformando Europa: Cinco empresas impulsadas por el impacto que están cambiando las reglas del juego‘, realizado por Social Nest Foundation bajo el marco del proyecto europeo Innonexus, la respuesta es un rotundo sí.
En un mundo donde los desafíos sociales y medioambientales se vuelven más complejos, las empresas con propósito demuestran que la rentabilidad y el impacto positivo no son conceptos opuestos, sino fuerzas complementarias.
En Social Nest Foundation, hemos sido testigos de cómo empresas como Too Good To Go, Qida, Climate Farmers o Cocircular han revolucionado sus sectores, logrado abordar problemas apremiantes mientras alcanzan estabilidad financiera.
Uno de los pilares clave de su éxito ha sido la alineación personal de los fundadores y líderes con el propósito de sus negocios. Esa conexión profunda con sus valores no solo les ha permitido resistir momentos de incertidumbre, sino que también ha inspirado confianza entre inversores, clientes y comunidades. En un mundo donde las decisiones basadas en principios son cada vez más valoradas, estas empresas representan una nueva generación de negocios resilientes.
La sostenibilidad no solo es un compromiso ético, sino también una estrategia empresarial viable. Estudios y nuestra experiencia en Social Nest Foundation muestran que las empresas de impacto, al enfocar sus esfuerzos en modelos sostenibles y escalables, no solo sobreviven, sino que prosperan. En el tiempo, su enfoque en la sostenibilidad reduce riesgos, atrae a consumidores conscientes y garantiza una demanda constante.
Too Good To Go ha logrado conectar a 15 millones de usuarios en 15 países y cuenta con una red de 150,000 socios comerciales, entre los que destacan Carrefour, Aldi y Starbucks. En 2023, alcanzó rentabilidad operativa y logró recaudar más de 100 millones de euros en financiación, demostrando que un modelo centrado en el impacto puede ser altamente escalable y rentable.
Por su parte, Climate Farmers trabaja con miles de agricultores en 21 países europeos para implementar prácticas de agricultura regenerativa. Su programa Carbon+ permite a los agricultores vender créditos de carbono con un promedio de 50-100 euros por hectárea, mientras que estas prácticas ayudan a secuestrar entre 1 y 2 toneladas de carbono por hectárea, mejorar la retención de agua en el suelo en hasta 30,000 litros por hectárea y aumentar la resistencia a climas extremos con incrementos de rendimiento de hasta un 30%.
CoCircular ha gestionado más de 1.6 millones de toneladas de residuos y ha ayudado a recuperar el 89% de los mismos. Además, su sistema ha permitido evitar la emisión de 19,000 toneladas de CO₂ y mejorar la clasificación de residuos en un 45.6% en promedio.
Qida, por su parte, ha logrado un crecimiento significativo, con una expansión rápida en sus primeros años y un incremento en su facturación, que refleja que su modelo de negocio, basado en un fuerte compromiso con el impacto social, ha sido rentable y sostenible.
El crecimiento del capital de impacto está transformando el panorama financiero para las empresas impulsadas por el impacto. Según el último informe de SpainNAB, este tipo de inversión creció un 26% en 2023, y las proyecciones indican un aumento exponencial gracias al impulso de iniciativas como el FIIS. Este ecosistema financiero permite a las startups y empresas de impacto acceder a capital paciente, es decir, inversores dispuestos a aceptar períodos de recuperación más largos a cambio de retornos sociales o ambientales sostenidos.
Fondos especializados como Zubi Group, Creas y Ship2B Ventures están liderando este movimiento en España, brindando apoyo financiero y estratégico a empresas que buscan escalar su impacto. Además, las asociaciones público-privadas ofrecen oportunidades únicas de estabilidad financiera, como lo demuestra la participación de Qida en licitaciones públicas para servicios de atención domiciliaria.
En Social Nest Foundation, creemos firmemente que el propósito y la rentabilidad pueden y deben ir de la mano. Los casos de Too Good To Go, Qida, Climate Farmers o Cocircular son un recordatorio inspirador de que los negocios pueden ser una fuerza poderosa para el cambio positivo. La clave está en la valentía de alinear valores, innovar con intención y aprovechar las oportunidades que los desafíos globales presentan.
El futuro empresarial no solo exige sostenibilidad, sino también un compromiso genuino con el impacto. Las empresas que abracen esta visión no solo prosperarán financieramente, sino que también dejarán un legado significativo para las generaciones venideras. Ahora es el momento de liderar el cambio. Juntos, podemos hacerlo realidad.