La historia de Elrow comienza en 1870, cuando José Satorres, tras conocer la vida nocturna y los cabarets de Madrid durante la ‘mili’, abrió un café al volver a su pueblo, Fraga (Huesca).
Se trataba de un club social al que acudían los agricultores de la zona, e incluso de Lérida, ya que Satorres creó una línea de autobuses que conectaba Fraga con la ciudad catalana, con el fin de atraer más gente a su Café Josepet.
Cuando falleció, su nuera y su hija siguieron con el negocio familiar, aunque el viejo café cerró y fue reabierto como Bar Victoria, con tal éxito que el negocio se expandió con el nacimiento del Teatro Victoria en la década de los veinte del siglo pasado, donde comenzaron a ofrecer espectáculos de variedades.
Con el paso de los años, se acabó reconvirtiendo en Cine Victoria. También allí apostaron por la innovación, aprovechando una terraza adyacente para proyectar películas en verano.
El local tuvo que competir durante algunos años con el Cine Florida, pero las dos empresas acabaron aunando fuerzas. Y no sólo en lo económico, sino también en lo familiar, puesto que sus hijos se enamoraron.
A partir de entonces, y ya con Juan Arnau al frente, fundador del Cine Florida, el negocio se reorientó hacia el entretenimiento, llevando a las mejores orquestas de la época.
Arnau falleció en la década de los sesenta, quedando la empresa familiar en manos de su hijo y su mujer, la nieta de Satorres, fundador del café con el que empezó todo. Y se volvió a dar una vuelta de tuerca, ahora como Club Florida, que desde los años 80 es un templo de la música electrónica, ahora bajo la denominación Florida 135.
Una rave en los Monegros, germen de Elrow
Elrow es la empresa familiar heredera de toda esta trayectoria ligada al entretenimiento y la diversión. El embrión de esta nueva aventura comenzó a gestarse hace más de tres décadas, cuando se lanzaron a montar la primera rave en el desierto de Los Monegros, en una finca de la familia, como cuenta la empresa en su web.
Aquella fiesta ilegal fue el embrión germen del actual festival Monegros Party, que cada año recibe a decenas de miles de personas. Poco a poco, fueron llegando más festivales, como el Monegros Winter Festival o el M2 en Zaragoza.
La actual Elrow nació en 2010, fundada por los hermanos Juan y Cruz Arnau, sexta generación al frente del negocio, con lo que son un gran ejemplo de cómo sobrevivir a los conflictos que suelen acaban con muchas de las empresas familiares, como contábamos en este artículo.
Ellos se han enfocado decididamente en el desarrollo del concepto nacido en Los Monegros, apostando por la organización de festivales de música electrónica con impresionantes escenografías.
La empresa tiene espectáculos fijos en Ibiza, Madrid, Londres, Dubái, Las Vegas y Ámsterdam. También organiza el festival itinerante Elrow Town, con el que ya ha visitado a más de medio centenar de ciudades de 40 países de todo el mundo.
Además, la isla de Ibiza es muy importante para la empresa, ofreciendo sus shows en míticas salas de fiestas como Space, Amnesia o Ushuaïa.
La expansión en los últimos años ha sido increíble, de la mano del fondo de inversión Providence Equity Partners, que entró en el accionariado de Elrow en 2017.
Elrow factura 55 millones de euros, según informa El País. Y este ejercicio espera vender alrededor de un millón de entradas vendidas para los cerca de 70 festivales y espectáculos organizados a lo largo del año.
Para ello, la empresa dispone de una plantilla fija de 130 personas, a lo que hay que sumar en torno a otros 300 profesionales autónomos durante las fechas de temporada alta. Y cada vez va a más, necesitando alrededor de un 15% más de trabajadores de un año para otro.