Dogfy Diet comenzó a fraguarse en el verano de 2019, cuando sus fundadores decidieron emprender conjuntamente un nuevo proyecto. “Yo me dedicaba al comercio online y tenía una marca de relojes y otra de gafas. Además, con lo que fui ganando, monté una promotora inmobiliaria. Sergi Font, que había estudiado Derecho y trabajaba en un despacho de abogados, me dijo que quería montar algo conmigo y trajo algunas ideas”, explica Gonzalo Noy.
Una de las propuestas que puso sobre la mesa era una empresa estadounidense que estaba haciendo comida cocinada para perros. Ahí se les encendió la bombilla.
“Nos dimos cuenta de la humanización de los perros en los hogares. Ya no son ‘cosas’ o ‘mascotas’, sino que son un miembro más de la familia. Vimos una gran oportunidad. Si nos preocupa lo que comemos y los perros son uno más en casa, tarde o temprano, nos vamos a preocupar por su comida”, explica Noy.
Hay que tener en cuenta el enorme mercado que existe en el ámbito del petFood. Sólo en nuestro país, hay más de 9,3 millones de perros y 6 millones de gatos, según el informe sectorial de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía.
Y la alimentación es un negocio muy suculento. Movió 1.708 millones de euros en 2022, con un crecimiento interanual del 14,4%, de acuerdo con las cifras de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC). El 60% de dicha facturación corresponde a alimentos para los perros.
Un crecimiento sano
A finales de 2019, fundaron Delicium Petfood, la empresa propietaria de la marca Dogfy Diet, “Arrancamos en un trocito muy pequeño de una nave del padre de Sergi. Empezamos a cocinar, a probar los menús, a buscar recetas…”, detalla el CEO de la compañía.
Entre familiares y amigos, lograron reunir los primeros 40-50 clientes a los que vender sus productos. Las primeras pruebas funcionaron muy bien, así que se animaron a seguir adelante.
“Levantamos la primera ampliación de capital de 100.000 euros con un family office, con el que pudimos empezar a cocinar, a generar marketing, a contratar a las primeras personas… En definitiva, a hacer las cosas un poquito mejor. Eso nos permitió empezar a vender al gran público en enero de 2020. Nos habíamos profesionalizado un poquito y teníamos que demostrar que éramos escalables y que podíamos llevar el proyecto del plano de las ideas a una empresa que funcionara, que generara puestos de trabajo, facturación, beneficios, etc.”, afirma.
La compañía acometió una fase de crecimiento, aunque tratando siempre de mantener los pies en el suelo. “Hemos querido ser una startup muy consciente. Está muy bien eso de levantar dinero de los inversores, pero queremos limitar las pérdidas. Queremos crecer al máximo, pero perdiendo como mucho entre un 15 y un 20% de lo que facturamos. Hay que asumir esta pérdida para poder crecer. Pero es que hay startups que facturan 10 millones y pierden 20. Pretendíamos proteger a la empresa y a los empleados, ya que sabemos que hay muchas startups que están haciendo ERE y ajustando sus plantillas porque han sobrecontratado o sobrepagado a sus empleados. A nosotros, ese 15-20% de pérdidas nos daba la tranquilidad de poder mantener todos los puestos de trabajo y seguir creciendo. Esa fue la política para arrancar”, especifica Noy.
Poco después, entró en su accionariado el grupo Agrolimen, propietario de Affinity Petcare, que impulsó su negocio, dando el salto fuera de España y entrando en el mercado de Italia y Francia.
Calidad, personalización y comodidad
La calidad, la personalización y la comodidad son los tres pilares sobre los que se asienta Dogfy Diet. “¿Qué son esas pelotas marrones que comen los perros? Nosotros hacemos comida cocinada, comida de verdad. Además, tenemos un algoritmo con el que creamos una dieta personalizada a partir de los datos de cada perro: actividad, edad, raza, peso, patologías, etc. No son personalizadas en ingredientes, porque tienen que ser dietas completas y equilibradas. Nuestras recetas son fijas, pero sí que se personaliza según aquello que el perro pueda comer o que le favorezca más, así como la cantidad diaria que tiene que comer en función de su desgaste, etc.”, explica Noy.
Pero el elemento diferenciador de Dogfy Diet es su modelo de negocio, basado en la suscripción. Una vez que el algoritmo diseña la dieta de cada perro, supervisada por su equipo de nutricionistas especializados en alimentación animal, la compañía envía mensualmente la comida, empaquetada en dosis diarias. “Intentamos ser prácticos. Cuando te llega la comida, la metes en la nevera o en el congelador, sacas una bolsita cada día, la sirves y listo. Y al día siguiente, lo mismo. Es tan cómodo o más que el pienso”, asegura.
La empresa considera que la competencia natural de su negocio no son los fabricantes de comida húmeda, sino las marcas de alimentación seca. “El 95% de los perros en todos los países comen pienso. La competencia es esa. No le queremos quitar clientes a los que están intentando hacer que se revolucione el mercado del petFood y que los perros coman lo que se merecen. Quizá dentro de 10 o 15 años nos estemos peleando por cuota de mercado, pero ahora es un ‘océano azul’. El cliente no tiene aún esta necesidad y tiene que descubrir el mercado”, declara el CEO.
Además, defiende que su comida incluso puede competir en precio con el pienso. “Nosotros estamos entre 6 y 7 euros el kilo, mientras que hay bastantes piensos que están por 9-11 euros el kilo”, apunta. En cualquier caso, considera que se está produciendo una revolución imparable en la alimentación animal. “La humanización de los perros ya ha llegado. Y más con las leyes que se están aprobando en toda Europa sobre la protección de los animales. No sé si tardará 2 o 10 años, pero la gente no va a querer dar pienso a sus perros”, augura.
Grandes planes de futuro
Actualmente, Dogfy Diet da de comer a unos 70.000 perros al día y produce alrededor de 35.000 toneladas diarias de alimentos. Toda su comida se prepara en Terrassa (Barcelona), aunque está construyendo unas nuevas instalaciones en Parets del Vallès (Barcelona).
La nueva nave tiene una superficie de 16.000 metros cuadrados y absorberá una inversión de 15 millones de euros. “Se pondrá en marcha en dos fases. La primera estará lista en verano, dedicada a la parte de preparación de pedidos. Y la fase 2, que será para la producción, se lanzará a finales de 2024”, detalla Noy.
Además, la compañía va a automatizar sus procesos. “Eso nos va a permitir mejorar aún más nuestros márgenes”, apunta. Una vez que las nuevas instalaciones estén en marcha y a pleno rendimiento, la compañía multiplicará su producción actual entre 6 y 8 veces.
La empresa está buscando los recursos necesarios para sufragar esta inversión y para continuar con su expansión internacional. “Queremos levantar 30 millones de euros: 15 millones en equity, a través de una ampliación de capital, y otros 15 millones en deuda”, especifica.
Después de hablar con Emprendedores, el grupo Agrolimen ha ampliado su presencia en el accionariado de la empresa, haciéndose con una participación significativa. Dogfy Diet no ha dado más datos sobre la operación, pero Noy ha confirmado que los fundadores seguirán en la dirección.
Con estos mimbres, la compañía espera alcanzar una facturación de 140 millones de euros en 2026, cinco veces más que en el último ejercicio, a medida que crece su penetración en el mercado español y que aborda nuevos mercados, con la vista puesta en Portugal y Alemania.
Por el momento, van seguir centrándose en el modelo de suscripción y en el canal online, pero no descartan otras opciones a futuro. “Cuando el negocio online se sature, podríamos empezar a abrir el canal retail y comenzar con la alimentación para gatos. Pero aún tenemos mucho potencial de crecimiento. Hasta que no veamos el techo, no queremos perder el foco. Queremos centrarnos en las cosas que nos funcionan y que hacemos bien. Y luego, cuando ese canal se sature, abriremos nuevas vías”, comenta el CEO.
De este modo, la compañía contempla en el horizonte la posibilidad de vender su comida natural en puntos de venta como supermercados y tiendas especializadas de mascotas, donde los consumidores podrán encontrar sus productos en neveras o congeladores.
Previsiones de crecimiento muy positivas
Apenas un lustro después de su creación, Dogfy Diet ya ha alcanzado una facturación de 26 millones de euros. El 70% de sus ventas proceden del mercado nacional. El resto se reparte entre Italia (25%) y Francia (5%). Pero esto no ha hecho más que empezar. La empresa está construyendo unas nuevas instalaciones, en las que multiplicará de 6 a 8 veces su producción. Y en los próximos años planea desembarcar en Portugal (2025) y Alemania (2026), multiplicando por cinco su facturación y alcanzando unos ingresos de 140 millones de euros.