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¿Qué supone para las empresas españolas la victoria de Trump?

La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU introduce nuevas incertidumbres en el escenario político y económico. Así nos afectará.

06/11/2024  David RamosActualidad
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La contienda electoral para decidir quién se sentará durante los próximos cuatro años en el Despacho Oval de la Casa Blanca no ha sido tan disputada como anticipaban los expertos.

A diferencia de anteriores comicios, en los que la victoria se ha decantado por unos pocos votos electorales, Donald Trump ha arrasado en esta ocasión.

El candidato republicano se ha impuesto en los estados en los que estaba previsto que ganara y, además, conquista todos los denominados ‘estados bisagra’, aquellos que se preveía que hubieran podido caer de un lado o del otro, ya que los candidatos estaban muy igualados en las encuestas.

Asimismo, la mayoría de los candidatos republicanos se imponen a sus contrincantes en las elecciones para ocupar los escaños en liza en la Cámara de Representantes y el Senado.

En definitiva, una rotunda victoria del que será el 47º presidente de los Estados Unidos, repitiendo así mandato y sucediendo al demócrata Joe Biden, contra quien cayera derrotado en las elecciones de 2020.

¿Qué traerá el mandato de Trump?

Al plantearnos esta pregunta, la respuesta que surge inmediatamente es una: incertidumbre.

Aunque Trump ha apuntado qué es lo que tiene en mente, cualquiera que haya estado atento a sus propuestas se habrá dado cuenta de que muchas de ellas son ideas muy radicales, que van más allá de las medidas que ya puso en marcha durante su anterior mandato. Por eso, cabe plantearse si llegará a cumplir todas sus amenazas.

Nos centraremos en algunas de las que pueden tener repercusiones en el plano económico, dejando de lado algunos asuntos de política interna, que en muchos casos tienen que ver con temas muy controvertidos, como el derecho al aborto, derechos de las personas LGTBI, derechos civiles, derechos laborales, educación, seguridad social y atención médica, etc.

Política comercial

Éste es probablemente el aspecto que más afecta a las empresas españolas. Hace algunos días explicábamos que la nueva administración estadounidense, con independencia del resultado, mantendría la senda de políticas comerciales proteccionistas que inició Estados Unidos con Trump, caracterizada por su guerra comercial con China, que Biden ha mantenido.

Como resultado de estas políticas, las exportaciones del país asiático al norteamericano se han reducido del 22% en 2018 al 14% en 2024, tal y como indican los expertos de Crédito y Caución.

El retorno de Trump podría recrudecer este proteccionismo. “En el centro de su política comercial está la propuesta de un arancel del 60% sobre las importaciones chinas y un arancel universal mínimo del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos”, señala la aseguradora.

Incluso podría ir más allá. Associated Press señala que el presidente electo ha llegado a proponer aranceles del 10% al 20% sobre los productos extranjeros, mencionando porcentajes aún más altos en algunos de sus discursos.

Además, promete restablecer una norma de 2020 que exigía que la Administración de Alimentos y Medicamentos comprase medicamentos “esenciales” sólo a empresas estadounidenses. De igual modo, promete bloquear las compras de “cualquier infraestructura vital” en Estados Unidos por parte de compradores chinos.

Trump tiene especial fijación con China, pero su bloqueo no se limita al país asiático. “Aunque China seguiría siendo el principal objetivo de sus políticas proteccionistas, el arancel universal afectaría a todas las importaciones, perturbando las cadenas de suministro mundiales. Unos aranceles generales tendrían un impacto en el crecimiento mundial y provocarían medidas de represalia por parte de socios comerciales como la Unión Europea y países del Sudeste Asiático, como Vietnam, India o Tailandia”, advierte la entidad.

El nuevo presidente va más allá cuando se refiere al sector automovilístico. En este caso, ha amenazado con aranceles de hasta el 200% para los coches chinos y del 100% para todos los demás. Hay que recordar que Biden ya estableció un arancel del 100% a los vehículos eléctricos del país asiático el pasado mes de septiembre.

Cabe señalar que en el anterior mandato de Trump ya se establecieron diversos gravámenes arancelarios que afectaron a España, sobre productos como aceite de oliva, vinos, queso fresco o aceitunas. Francia, Reino Unido y Alemania también se vieron muy perjudicadas con la subida de aranceles al acero y el aluminio, como contábamos explicábamos en este artículo.

Asimismo, Trump promete rebajar el tipo del impuesto de sociedades del 21% actual al 15% para las empresas que fabriquen sus productos en Estados Unidos, algo que también impactaría en el comercio global.

De confirmarse los peores augurios, es muy probable que se acentúe el fenómeno friend-shoring. Nos referimos a la reorientación de los flujos comerciales en función de alianzas geopolíticas, dando lugar al auge de ‘países conectores’ como México o Vietnam, que actúan como correa de transmisión entre EE.UU. y China, captando cuota de mercado en las cadenas de suministro.

Todo este cóctel de elementos podría perjudicar sensiblemente al comercio internacional. Según las estimaciones de Crédito y Caución, al final de la segunda presidencia de Trump, el comercio global de bienes será un 4% inferior al que se hubiera registrado en caso de imponerse la candidata demócrata, Kamala Harris.

Además, la aseguradora recalca que los exportadores estadounidenses serán los que más sufran ese escenario, como consecuencia de la imposición de los aranceles de represalia y a la caída de la demanda externa. Así pues, calcula que sus ventas al exterior serán un 12% más bajas.

Clima y energía

Trump ha mostrado claramente su negacionismo del cambio climático, criticando el gasto de la era Biden en energía más limpia, diseñada para reducir la dependencia estadounidense de los combustibles fósiles.

Por el contrario, propone una política energética anclada en los combustibles fósiles y el gasto en infraestructura de transporte: carreteras, puentes y vehículos con motor de combustión.

Esto podría repercutir en algunas de las empresas españolas que operan en estos sectores. Por ejemplo, Iberdrola, Acciona, Gamesa, Vestas o Nordex, tienen una importante presencia en el ámbito de las energías renovables.

Hay que recordar que el todavía presidente Joe Biden inició una revisión administrativa de derechos antidumping y compensatorios, con el objetivo de esclarecer si un centenar de empresas, entre las que se incluyen las citadas compañías españolas, están vendiendo en Estados Unidos a precios inferiores a los fijados por el mercado o si reciben subsidios públicos que afecten a la competencia.

Por otro lado, varias constructoras españolas —ACS, Ferrovial, Acciona, OHL, Sacyr, Abertis…—, se podrían ver beneficiadas en caso de desplegarse un plan de infraestructuras, siempre y cuando Trump no ponga cortapisas a las empresas de origen extranjero.

Inmigración

En cuanto a la política interna, el discurso de Trump se ha sustentando sobre el populismo, centrándose en aspectos como el control de la inflación, la deportación de los inmigrantes y el cierre total de su frontera, como contábamos en este artículo.

En este sentido, el presidente electo ha anunciado el “mayor programa de deportación masiva de la historia”, tal y como recoge Associated Press.

Así pues, ha pedido el uso de la Guardia Nacional y el fortalecimiento de las fuerzas policiales nacionales, aunque tampoco ha dado muchos detalles acerca de cómo será dicho programa o de cómo se asegurará de que se centre sólo en las personas que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente.

Incluso ha planteado una “selección ideológica” de los posibles inmigrantes y el fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento, en contra de lo que asegura actualmente la Constitución estadounidense, que debería ser reformada para ello. También quiere prohibir la entrada a los inmigrantes de ciertas naciones de mayoría musulmana.

De llevarse a cabo estas medidas, Estados Unidos se podría encontrar con serios problemas a la hora de encontrar trabajadores para determinados trabajos, especialmente aquellos empleos precarios que habitualmente ocupan las personas inmigrantes, sobre todos los que residen en el país de forma ilegal.

Diplomacia

Trump lleva años cuestionando el papel de Estados Unidos como ‘policía’ del mundo. El discurso del presidente electro son aislacionistas en lo diplomático, no intervencionistas en lo militar y proteccionistas en lo económico, como detalla Associated Press.

Esto introduce gran incertidumbre en cuanto al futuro de la guerra de Ucrania y la de Gaza y los países de Oriente Próximo. Trump asegura que es capaz de acabar inmediatamente con estos conflictos, pero no dice cómo.

En el caso de la invasión de Ucrania, el nuevo presidente estadounidense ha mostrado su cercanía al presidente ruso Vladimir Putin. Además, ha insistido en que el apoyo de la OTAN, cuya fuerza militar se sustenta principalmente en la aportación de EE.UU., se podría ver supeditado a la aportación de los países a la organización.

Al hilo de ello, cabe recordar que España sólo destina un 1,2% del PIB a gasto militar, pese a que la OTAN llevan años reclamando que todos los países dediquen al menos un 2%.

Se teme que Trump eleve aún más la exigencia y pida alcanzar el 3%. Incluso ha llegado a decir que animaría a Putin a actuar contra aquellos países que no cumplan con sus compromisos financieros.

En el caso de España, es evidente que el presidente electo está muy lejos de los planteamientos del actual Gobierno. De hecho, ha mostrado públicamente su apoyo a Vox. Por tanto, las relaciones diplomáticas con nuestro país se pueden ver seriamente afectadas.

También puede surgir confrontación con la Unión Europea, siguiendo con la línea marcada en el anterior mandato. Y es muy probable que se acentúe el distanciamiento con China, continuando la tendencia de la legislatura previa de Trump, que tampoco se ha atenuado mucho durante la presidencia de Biden.

David RamosDesde 2006, soy periodista freelance especializado en información económica, técnica y sectorial.
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