Cuando hablamos de siniestralidad laboral, ninguna cifra es aceptable. Todos deseamos que no se produzcan accidentes laborales y, sobre todo, que nadie muera en el tajo. Sin embargo, todavía son muchas las personas que pierden la vida en el trabajo
En concreto, 796 personas murieron como consecuencia de un accidente laboral en 2024, un 10,4% más que un año antes, de acuerdo con las estadísticas ofrecidas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
El número de accidentes con baja laboral en España también se ha visto incrementado en el último ejercicio, aunque de manera más comedida, afortunadamente. En este caso, se registraron 628.300 siniestros, un 0,5% más que en 2023.
Descenso de los accidentes entre los autónomos
Sin embargo, la siniestralidad ha mostrado un comportamiento muy dispar entre los trabajadores autónomos y los asalariados.
Los profesionales por cuenta propia sufrieron 32.817 accidentes con baja laboral, 1.801 menos que un año antes, lo que supone un descenso del 5,2% respecto a 2023.
De igual modo, murieron 8 autónomos menos, dejando la cifra en 66 fallecimientos, un 10,8% menos que en el ejercicio previo.
La tendencia fue la contraria entre los asalariados, ya que se produjeron un 0,9% más de accidentes con baja laboral (595.483 percances en 2024, frente a los 590.293 de 2023). Pero lo más preocupante fue el fuerte incremento de las muertes entre los trabajadores por cuenta ajena, ya que fallecieron 83 personas más que hace un año (730 trabajadores, frente a los 647 de 2023), lo que se traduce en un incremento del 12,8%.
Centrándonos en los percances registrados en el colectivo de trabajadores por cuenta propia, observamos que 30.668 de ellos se produjeron en jornada de trabajo, mientras que 2.149 fueron in itinere, es decir, al ir o al volver del lugar de trabajo.
Si atendemos a la gravedad de los accidentes, vemos que 29.895 fueron leves, 712 fueron graves y 61 fueron mortales. Esto significa que se ha registrado un descenso de 1.658 accidentes leves y de 12 en el caso de los mortales respecto a 2023, tal y como detalla un comunicado emitido por la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA). En el sentido opuesto, destaca el incremento de 3 accidentes graves de autónomos respecto a 2023.
La accidentalidad se ceba en los hombres
Teniendo en cuenta el sexo, el mayor número de accidentes con baja registrado entre los autónomos se dio en los hombres (25.475 percances), mientras que entre las autónomas se registraron 5.193 accidentes con baja en 2024. En cualquier caso, ambas cifras han descendido en comparación con 2023.
En cierta manera, es lógico que haya muchos más hombres involucrados en accidentes laborales, puesto que las mujeres representan algo más de una tercera parte del total de trabajadores por cuenta propia. Aun así, cabe señalar que la proporción que representan los hombres sobre el total de accidentes es muy superior.
Los datos también nos permiten ver que los sectores donde se registró un mayor número de accidentes con baja entre el colectivo de autónomos fueron servicios (16.224), construcción (9.700), agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (3.721) e industria (3.172).
El número de accidentes mortales más alto se dio en el sector servicios (29), por delante de construcción (15), agrario (15) e industria (7).
Reparto dispar por comunidades autónomos
Si nos fijamos en el reparto por comunidades autónomas detectamos que el mayor número de accidentes en términos absolutos en 2024 se dio en Andalucía (5.936 accidentes totales), que también lidera el número de muertes en 2024, junto con Comunidad Valenciana y Cataluña, con 8 muertes en las tres regiones.
Junto a Andalucía, destacan Cataluña, que contabilizó 4.631 accidentes de autónomos en 2024, seguida por la Comunidad Valenciana (3.746) y Madrid (2.926). Por detrás están Castilla la Mancha y Castilla y León (7 muertes), Galicia (6), Navarra (5), Extremadura (4), Aragón (4), País Vasco (3), Madrid (2), Baleares (1), Canarias (1), Murcia (1) y La Rioja (1).
ATA hace hincapié en que Andalucía no es de las comunidades que mayor índice de incidencia presenta, ya que su media de afiliados al RETA fue de 566.647 personas en 2024, por lo que cuenta con un índice de incidencia que es de 964,4 en el caso de los accidentes y de 1,24 en el caso de las muertes.
Las regiones con los mayores índices de incidencia en accidentes se encuentran Navarra (1.910,2), Cantabria (1.514,9), Castilla-La Mancha (1.375,4) y La Rioja (1.375,2).
Y el mayor índice de incidencia de accidentes mortales se dio en Navarra (11,02), Extremadura (5,16), Castilla-La Mancha (4,87), La Rioja (4,31), Aragón (3,20) y Castilla y León (2,89).
“Los mayores índices de incidencia se reflejan en Navarra o Castilla-La Mancha, regiones donde se han abandonado las políticas de prevención por parte de las administraciones públicas. Hay una dejación total por parte de la administración pública, en los distintos niveles, de velar por que las condiciones en las que trabajan los autónomos sean condiciones saludables y seguras. No hay planes, no hay programas de proyectos que fomenten la cultura preventiva y no hay políticas de prevención que desarrollen esta cultura preventiva en nuestro colectivo”, denuncia José Luis Perea, secretario general de ATA y responsable del área de prevención de riesgos laborales
Además, recalca que “a pesar de la leve bajada en el número de accidentes laborales en el colectivo de autónomos, las cifras siguen siendo cifras inasumibles”. “Falta aún mucho por hacer si queremos que mejoren las cifras de siniestralidad en el colectivo de los trabajadores autónomos, No podemos permitir que 66 autónomos pierdan la vida desarrollando su actividad”, concluye.